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Antonio Touriño

El mirador de Lobeira

Antonio Touriño

El estruendoso vals de los vikingos

La moción de censura en Catoira demuestra, sobre todo, que el pacto se forjó sobre una cimientos de papel con el simple deseo de desmoronar la consolidada estructura municipal del socialista Alberto García tras más de treinta años al frente de la localidad.

Un golpe de efecto que sobre barra de hielo suscribieron Xoán Castaño e Iván Caamaño con la idea de transformar la pequeña localidad vikinga y sobre todo corregir los defectos que siempre provocan los hábitos y la confianza en uno mismo.

Pero BNG y PP fueron incapaces de marcar el paso y casi ni se cogieron de la mano, pues mientras Castaño giraba sobre si mismo una y mil veces, el filósofo popular danzaba con saltos enloquecidos, rascando una imaginaria guitarra a ritmo de rock.

La pareja de baile nunca logró fusionarse y sobre la pista se volvió a aparecer Alberto García, sonriente, a la espera de robar a la bella y resuelta "damisela" para convertirse de nuevo en el Fred Astaire de la política municipal.

Y la música ha vuelto a sonar y en la pista vuelve a revolucionarse la pletina socialista impulsada por los vaivenes de Caamaño, a quien parece suficiente con ser guiado de un lado para otro con tal de satisfacer su instinto y sus ansias de cogobernar en un sonsonete con cierto tono burlesco.

Caamaño es pareja fácil de baile. Le vale cualquiera y su única pena es que a Catoira no hayan llegado ni los de Vox ni los de Podemos porque tendría más donde elegir para seguir un ritmo que nadie sabe si se escapará de la pista.

Pero se puede encontrar con la horma de su zapato de tal modo que en cualquier momento García y Castaño también quieran sumarse a la fiesta por lo que Iván tendría que esperar sentado a que le llegue el nuevo turno para no bailar solo..

Y mientras tanto los vecinos de Catoira contemplando un espectáculo tan grotesco, con músicas diferentes y estilos de danza tan chocantes que no saben si aplaudir o llorar en este estruendoso vals de los vikingos.

Una danza Que Amañó Iván y que ya pasa de Castaño a oscuro sin que Al ver to negro por el dichoso coronavirus se pueda predecir a quien le volverá a tocar bailar con la más fea.

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