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Tribuna libre

Vázquez Gulías, arquitecto ourensano de referencia

Dentro de la serie que estamos dedicando a figuras ourensanas que a lo largo de los tiempos destacaron en los diferentes campos de la cultura, la enseñanza, la jurisprudencia, las artes, la música, el periodismo, la antropología, las ciencias y la educación, traemos hoy a nuestras páginas la figura del arquitecto Daniel Vázquez-Gulías Martínez, nacido en Beariz en agosto del año 1869 y fallecido en A Coruña en 1937. Con acierto, en los últimos tiempos, gracias especialmente al trabajo de recuperación de su figura por parte de su nieta Lucila, ourensanos y ourensanas hemos podido acceder al conocimiento de las excelentes obras arquitectónicas por él creadas en nuestra ciudad, en la provincia y algunas más en Galicia y hasta en el extranjero. Porque somos muchos los ciudadanos de esta nuestra ciudad que hemos pasado delante de casas y edificios diseñados por Gulías, que admirábamos por su belleza, sin saber cual había sido el arquitecto que las diseñó en su momento. Infelizmente, algunas desaparecidas y derribadas, para construir otras en sus espacios, en la mayor parte de los casos realmente horrorosas. Y más si las comparamos con las originales de nuestro gran arquitecto. Por ello "Ben-Cho-Shey", con su profundo humor galaico, tenía razón cuando en el número 265 de la revista A Nosa Terra, del 1 de octubre de 1929, escribía lo siguiente, que traducimos del original en gallego: "Aquí estuvo la iglesia de San Francisco. Aquí fue el convento de Santo Domingo. Aquí hubo un hospital que le llamaban de San Roque. Aquí fue el Museo, allí la Biblioteca, allá la Escuela Normal, allí el Instituto. Esta plaza tuvo una fuente. Este tierra baldía fue el Jardín del Posío. Ourense es un pretérito perfecto deshecho, y un futuro de lo más imperfecto. A Lugo le robaron su alma gallega, y Ourense es un alma en pena". Estas palabras vienen como anillo al dedo a lo que a lo largo de los tiempos le sucedió de forma incomprensible a bastantes edificaciones de nuestro arquitecto en nuestra ciudad, derribadas y sustituidas por otras. Aun así, por suerte, todavía se conservan algunas, aunque también varias están abandonadas, esperando su justa y urgente recuperación. Recientemente se celebraron unas jornadas en el Liceo Recreo dedicadas a su figura y obra y estuvo abierta en la primera quincena de enero una exposición fotográfica, bajo la organización del centro cultural que lleva su noble nombre.

Por todo ello, con verdadera ilusión, pues amamos nuestra ciudad, traemos hoy a nuestras páginas la figura de este importante arquitecto ourensano, con destacadas y bellas obras arquitectónicas dirigidas por él en nuestra ciudad, algunas de ellas tal como antes comentamos, infelizmente derribadas y otras pendientes de su restauración. Por suerte, su nieta Lucila, está ayudando a recuperar, con el apoyo de varios colaboradores, la importante figura de su abuelo, desde su presidencia del Centro Cultural "Daniel Vázquez-Gulías", creado hace cuatro años en Ourense, para divulgar sus obras y su arte.

De nombre completo Daniel Vázquez-Gulías Martínez, nació el 30 de agosto de 1869 en la localidad ourensana de Beariz, y falleció en la ciudad de A Coruña el 3 de febrero de 1937, en plena guerra civil. Era hijo del médico Francisco Javier Vázquez Gulías y su madre se llamaba Dolores Martínez Blanco. Cursó sus estudios de bachillerato en A Guarda. Los estudios superiores de arquitecto los realizó en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid (ETSAM) entre 1889 y 1895, obteniendo el título el 13 de marzo de 1897, presentando el proyecto final de carrera que denominó "Academia de Bellas Artes". Amplió sus estudios en París, Viena y Berlín, estancias que van a influir mucho en su obra futura. En 1898 sustituyó al arquitecto municipal de Ourense José Antonio Queralt Rauret, accediendo al año siguiente al cargo de arquitecto de nuestra diócesis, pasando a formar parte más tarde del grupo de arquitectos de la Hacienda de Ourense. Simultaneó sus actividades oficiales con el ejercicio libre de su profesión y oficio. Hasta el año 1924 vivió en nuestra ciudad, y, al dejar el cargo de arquitecto municipal de Ourense, en 1936 se trasladó de forma definitiva a A Coruña. Uno de sus nueve hijos, el abogado Celso Vázquez-Gulías, llegó a ser alcalde de Ourense de 1977 a 1979.

Formado en el eclecticismo, combinando los estilos arquitectónicos tradicionales con los modernos y los de vanguardia, con un magnífico conocimiento de la arquitectura europea, gracias a sus viajes y estancias en las grandes ciudades del continente, alcanzó muy pronto la fama, y de forma especial con su proyecto para el Gran Hotel-Balneario de A Toxa (Pontevedra), que le sirvió para ganar el concurso internacional que había sido convocado en 1899. En este hermoso edificio nos muestra su asimilación de la arquitectura francesa, tan elegante en aquel momento del fin de la centuria, tomando como referencia los casinos y de forma especial el arte del arquitecto galo Charles Garnier, con una fórmula que posteriormente repitió para su diseño del Centro Galego de La Habana en Cuba, del año 1907.

En los primeros años del siglo XX evolucionó hacia el denominado "modernismo", mostrado en los elementos decorativos de las viviendas que diseñó para la burguesía de nuestra ciudad, como las casas de Fermín García en 1909, y la de Felipe Santiago en 1910, así como en el mobiliario urbano de nuestra Alameda, como el palco de la música del año 1903, construido con el hierro forjado en la Fundición de Malingre. En estas obras jugó muy bien con la plasticidad del hierro y la piedra, utilizando elementos decorativos a base de guirnaldas, plantas liliáceas, lotos y tulipanes. Paralelamente, realizó también proyectos de edificios comerciales como la Banca Romero en 1905, donde más tarde se instalaron los almacenes de Alfredo Romero, el Hotel Roma, construido en 1915, infelizmente luego derribado para levantar las horrendas galerías, hoy casi abandonadas, y el salón de variedades Apolo (que llegó a ser el primer cinematógrafo ourensano) en el año 1916, también desaparecido. Como, por desgracia, también desapareció el edificio de la Casa del Pueblo por él diseñado, en la calle Progreso y próximo al Posío. Su magnífica obra se extendió también, mezclando elementos medievales y hasta platerescos, por medio de una singular expresión historicista, a diseñar el proyecto del Asilo de Huérfanas del Santo Ángel en O Couto, en 1925, gracias al patrocinio de la mecenas marquesa de Atalaya Bermeja. Pero su obra continuó sin parar, diseñando infinidad de iglesias en toda la diócesis ourensana, alternando de forma ecléctica, elementos y modelos neogóticos, modernistas y barrocos. Y hasta llegó a ser restaurador de antiguos templos como los de Santa Comba de Bande, San Munio de Veiga, Santa María de Esgos y Santiago de Allariz, entre otros.

Sin temor a equivocarnos podemos afirmar que, con múltiples influencias europeas, en la obra de nuestro arquitecto, igual que en la de casi todos los arquitectos de la generación del 98, están presentes el modernismo, el nacionalismo y el regionalismo. A Vázquez-Gulías se le debe, como gran renovador de la arquitectura que fue, gran parte de la configuración de nuestra ciudad y muchos de nuestros más hermosos edificios, así como numerosos templos parroquiales en pequeñas poblaciones de nuestra provincia y otras construcciones emblemáticas de Galicia y de fuera de nuestra tierra. Con él, hay que decirlo, colaboraron muchos herreros, canteros, carpinteros y excepcionales artesanos, que le ayudaron a realizar una rica fusión de lo culto y lo popular, que es quizás lo más característico y atractivo de su grande obra arquitectónica.

Como curiosidad tenemos que reseñar también que se interesó por la fabricación de "champagne" en su tierra, utilizando las uvas de sus viñedos de Razamonde y aprovechando los contactos que había tenido con un champanero de París. En 1921 logró sacar su primera producción, diseñando él mismo la etiqueta con la denominación "Gran Champagne Gulías".

Autor de numerosos diseños arquitectónicos para infinidad de casas y edificios de todo tipo, podemos destacar muy especialmente, porque es imposible reseñarlos todos, los siguientes:

1.-En la ciudad de Ourense: fue en nuestra ciudad sin duda donde más obra diseñó. Frente a la estatua de San Rosendo, en la calle del Progreso, se mantiene en pie, por suerte, pero lamentablemente abandonada y deteriorándose día a día, la hermosa casa de estilo modernista, donde estuvo la farmacia Taboada Allú. Aprovechamos para pedir a todas las instituciones ourensanas, públicas y privadas, que no esperen un día más para recuperar esta casa tan hermosa, construida en 1918, y que sea destinada a albergar un centro cultural. Lo mismo pedimos para el antiguo Hotel Barcelona, propiedad de Abanca, del que solo se conserva la fachada y lleva años esperando la recuperación, que también debería ser para algo de tema cultural o educativo. Lo que si se conserva, por suerte, es el bellísimo complejo del colegio Santo Ángel en O Couto, con su iglesia y su palacio, levantado en 1925. Igual que el antiguo Hotel Miño, de 1909, en la esquina del Paseo y Cardenal Quiroga que también merecería ser recuperado. Igual que la casa de Alfredo Romero (inicialmente diseñado para ser el Palace Hotel), el edificio de la Caja, conocido como Casa Junquera (1913), y hoy de Abanca, igual que en la Plaza Mayor el edificio de Fermín García (1909), donde tiene su sala de exposiciones esta entidad. Lo mismo el edificio de la esquina de la avenida de Pontevedra y bajada a las Burgas. Muchas de las casas frente a la iglesia de Santa Eufemia, hoy por suerte recientemente recuperadas. El edificio del antiguo gobierno militar en la calle del Paseo, diseñado con estilo neogótico, al principio para albergar el asilo de los obispos y un colegio, y que el ministerio de Defensa quiere vender. Así como, la famosa Casa de Baños, también abandonada, el edificio para viviendas de la Plaza de las Mercedes, levantado en 1917, y en el cementerio de San Francisco el panteón dedicado a la familia Vázquez-Gulías. También, en la calle del Paseo, se mantienen algunas hermosas casas por él diseñadas. Y la restauración de Santiago de As Caldas en A Ponte (1909).

2.-En la provincia: Para Carballiño diseñó el balneario, un edificio realmente modélico. Sin embargo, destacan las obras que realizó en la villa de Verín, como el hermoso balneario de Cabreiroá, el casino, la casa y el panteón de los Peláez, la casa de los Pináculos, el edificio Recaredo Romero y el edificio del Cine Oterino. Y no podemos dejar de señalar su arquitectura religiosa, diseñada desde que en 1899 fue nombrado arquitecto diocesano. Son hermosos sus proyectos de templos parroquiales, entre los que destacan: Santa María de Cortegada de Baño de Miño (1900), Santa Cruz de Terroso (1902), Santa María de Baíste-Avión (1909) y el de Santo Tomé O Novo de Maside (1910), este en colaboración con Luis Bellido González. Y las reformas de los templos: San Munio de Veiga (1903), Santa María de Esgos y San Juan de Louredo en el arciprestazgo de Pao (1904). No podemos olvidar tampoco los hermosos diseños realizados por él para chalets de particulares.

3.-Fuera de Ourense y provincia: Lo más destacado en la obra arquitectónica diseñada por él fuera de nuestra ciudad y provincia, lo tenemos en los fantásticos edificios del Gran Hotel-Balneario de A Toxa (1907) y la linda capilla de la misma isla pontevedresa (1909). Fuera de nuestras fronteras destaca su diseño del Centro Galego de La Habana-Cuba, levantado en 1913.

Para profundizar en su obra es recomendable la lectura de la monografía El arquitecto Daniel Vázquez-Gulías, editada por Edilesa y la Caixa de Vigo y Ourense en 1998, en la que colaboran Emilio Fonseca, J. Ramón Soraluce y Pedro Navascués, entre otros autores.

(*) Animador social y cultural

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