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Se nos fue Edu Butragueño

Hace poco, en su última venida a Vigo, quedamos en La Sidrería Pintxoteca para hablar ante el zumo de la manzana y nos dimos un abrazo de despedida sin saber que sería el último. Anteayer me enteré de que se nos fue para siempre en esa Barcelona en que vivía, de modo inesperado por súbito hasta para él, nuestro amigo Eduardo Butragueño, a quien le habíamos hecho su biografía en la sección Memorias. Nacido en los años 40 en Aldán y venido a Vigo a sus 6, pertenece a esa saga de intelectuales resistentes que habitan Cataluña y, ya con cierta edad, sostienen aún con valentía y firmeza convicciones ilustradas de la izquierda contra el nacionalismo más cerril, militando en ese colectivo de historiadores "abajofirmantes" que han defendido la unidad de España contra la tamborrada secesionista. Algunos como él, juzgados antaño y encarcelados por el TOP y exmilitantes de PSUC (Partido comunista Catalán) son ahora tildados por el independentismo de "fascistas", entre ellos por muchos barbilampiños sin historia que solo conocieron de oídas a Franco, el fascismo o comunismo. Profesor titular jubilado de Historia del Derecho en la Universidad Catalana, se nos fue un hombre afable, escuchador y conversador. Hermano de la psicóloga viguesa Sagrario Butragueño, con Cunqueiro viajó a Barcelona en 1968 para recibir juntos uno el Nadal, Eduardo el Brunet de Periodismo.

Y también Jaime Pino

A veces nos toca recordar a los que se fueron y, en esta vuestra sección, hoy tenemos que hablar de alguien que cogió a sus 72 años su barca de oro y traspasó ese muro invisible entre lo humano y lo divino. Se trata del inolvidable Jaime Pino Botana, que con su sonrisa de bonachón y su incombustible abrigo azul marino andará ahora por las calles celestiales en busca de algún furancho o casa de comidas que le prepare unos "gichos de verdura" para alimentar su alma. Jaime Pino, emprendedor, hombre de negocios y sobre todo buena persona que se preocupó siempre por los demás, en infinidad de almuerzos nos ha alegrado con su humor y su sonrisa pícara. Sus amigos, encabezados por Miguel Ucha y Emily Boullosa, no han querido que se cumpla aquello que un día dijo el poeta "¡Dios mío, que solos se quedan los muertos!", y por eso han tenido la iniciativa de celebrar un acto religioso (se tenga o no fe) el próximo día 11, miércoles, a las 18.30 horas en el templo parroquial de San Pedro de Sárdoma.

María Elena, la del bar Jovi

Pero no todo van a ser tristezas. Anteayer nos recomendó nuestro amigo "Manzanita" tomar un vino y tapear en el bar Jovi, ahí en Pino, 24. Es un bar de base popular, en el que María Elena Vidal Lusquiños atiende la cocina y lo que sea menester ayudada por su hijo Pablo. Hay un recomendable tinto ribeiro de la zona de Regade, Leiro... y un condado de Arbo, aunque no probamos. María, que desde la cocina reparte pescaditos, zorza, judías con jamón... lo que se tercie ese día, me parece toda una luchadora y mujer de buen ánimo. Lectora de FARO entre otras lecturas, llegó a Vigo de Pontecaldelas, donde tuvo carnicería, en busca de mejor salud para su hijo y en 2005 abrió este bar desde el que luchan los dos con mucha alegría por el futuro. Volveremos, María.

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