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Hoy tengo una cita en DOA

Hoy tengo una cita en DOA de Vigo para enterarme más en vivo y en directo del trabajo que desempeña esta asociación, y con razón me citaron amablemente. Los periodistas tocamos tantos palos sin saber en profundidad de ninguno y escribimos muchas veces tan apremiados por el tiempo que entre nuestras líneas se nos deslizan a veces grandes aciertos y otras no menores insensateces, etiquetas injustas, lesivas discriminaciones. Eso me pasó a mí el otro día en un artículo en el que, intentando jugar con el humor sobre los pacientes que nos pueden tocar en la cama de al lado en la convalecencia hospitalaria, aludí a un caso relacionado con la salud mental, sin reparar en esa injusticia de las etiquetas; en que solo por citarlo así se contribuye a la estigmatización de un colectivo, se dificulta la integración de personas con enfermedad mental y se facilita la reafirmación de falsas creencias sobre ella. Precisamente el trabajo que DOA asume denodadamente y de cuya actividad he escrito aquí y allá no pocas veces en muchos años. Bien hizo un responsable de DOA citándome hoy amablemente porque, aún con 45 años de periodismo diario, no acabas de aprender nunca. Y como nadie me obliga, escribo esto. ¡Qué insensibles somos a veces!

El Polbo de Antonio García

Yo tengo presente a diario ante mis ojos al Polbo Bar, porque está en esa Plaza de la Constitución en la que vivo, y conozco hace mucho a su art director, Antonio García, creo que desde los tiempos en que montó el Varadero. Pero lo que no sabía, y me entero ahora por mi colega Chus Torres, es que estuvo en la base de la Antártida, fue patrón de cabotaje y director de las escuelas de vela del Club Náutico. ¡Coño, Antonio, qué discreto eres que no cuentas nada de tu agitada vida ni a los vecinos! El caso es que ahora, tras 20 años de experiencia en la noche, se ha pasado al día y ha montado el Polbo Bar en la mismísima Plaza de la Constitución, bordeando con Cesteiros. Allí el pulpo es el rey pero leo, cuando me siento en su terraza a a tomar aun Aperol, ¡que hay hasta 40 platos diferentes!

Miguel, que sigue en Berklee

Yo recuerdo hace años a my dear la viguesa Patricia Moon estudiando en la prestigiosa Berklee de Boston, no sé si violín y canto o uno de los dos, y hasta creo que hablamos por conferencia por alguna razón periodística. En esa universidad privada de música más grande del mundo estudió también Cristina Pato y lleva ya un semestre el vigués Miguel Jorquera, eso sí, con una beca de 200.000 dólares que a principio de verano del año pasado recibió del matrimonio Estefan. Cuatro años le quedan por delante a nuestro vigués, hijo de padres informáticos pero que empezó en piano a los tres años en la escuela Allegro de la calle Ecuador, con siete ingresó en el Conservatorio Profesional de Vigo donde se graduó y donde, si al principio se decantó por la clásica, a los 12 se orientó hacia el jazz. Sabemos que está feliz, dedicado por entero a la causa. Seguro que llevará a Vigo por el mundo entre grandes del jazz.

Y Pepe el del Soutomaior

Ayer pasé por la calle Manuel Núñez, ante el restaurante Soutomaior y, aunque no entré por las prisas, imaginé que Pepe, José Fernández, andaba por ahí dentro hiperactivo. Casi 21 años cumple su restaurante, abierto a su vuelta de Alemania, a donde marchó a los 14 y llegó a integrarse de tal modo, y esto se sabe poco, que fue candidato por el CDU, el de Ángela Merkel, en unas elecciones municipales. ¡Y creo que aún sigue desde Vigo!

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