El PSdeG-PSOE va a concurrir como no puede ser de otra manera a las elecciones autonómicas del próximo 5 de abril. Un partido que ha gobernado en esta comunidad durante apenas siete de los 40 con que cuenta de vida la autonomía política de Galicia. Y en ninguna de estas limitadas ocasiones (1987-1990 y 2005-2009) los socialistas gallegos pudieron hacerlo en solitario, sino que necesitaron integrar en el Ejecutivo autonómico a formaciones nacionalistas de distinta naturaleza en cada uno de esos dos casos. Unos gobiernos progresistas que pusieron en marcha en Galicia reformas que no tuvieron, por tanto, la continuidad necesaria para conseguir una modernización profunda e igualitaria de la sociedad gallega. Estos Gobiernos "de coalición" no dispusieron así del suficiente tiempo para poder dar el salto sobre todas las etapas y las normativas que habían sido establecidas en Galicia por los gobiernos anteriores del Partido Popular, y que luego han sido continudas a lo largo de estos últimos once años por los ejecutivos de Alberto Núñez Feijóo.

La renovación del socialismo gallego ha sido una aspiración en la que coinciden la amplia mayoría de ciudadanos de Galicia que se vienen decantando por esta opción electoral; unos ciudadanos que siendo críticos con los modos y las formas con los que se ha dirigido al PSdeG, sin embargo confiaron en que los socialistas gallegos lograran, por fin, acertar con esa complicada fórmula que conjuga progreso social con galleguismo histórico, tal y como ya se intentó en la primeras elecciones autonómicas del año 1981. Una fórmula que ahora necesita articularse sobre unas nuevas bases, nuevos planteamientos y, a mi juicio, sobre dos principios fundamentales: el principio de autonomía y el principio de hegemonía; autonomía respecto de la dirección federal del partido en Madrid, y hegemonía política y social sobre el nacionalismo identitario. Un reto difícil y un nuevo tiempo para que los socialista sean capaces de sintonizar plenamente con lo que piensan y desean la mayoría de las gallegas y gallegos progresistas.

*Doctor en Derecho