Esto no es un anuncio de Coca Cola, yo no la bebo, pero el otro día me dejó descolocado mi ya amigo, poeta y músico Bernardo Quiñones, del que el pasado domingo contamos su ajetreada vida entre Tánger, Caracas y Vigo en nuestra sección dominical Memorias. Cuando le conocí a sus casi 93 años me admiró su flexibilidad y paso ágil, ya descontado el perfecto estado de su mente. Recuerdo que le pregunté si no tenía ningún dolor de huesos al menos, y me dijo que por ahora no se le quejaban. Tampoco acreditaba ninguna actividad en el gimnasio así que mi curiosidad me impulsó a la típica pregunta: ¿Y entonces a qué crees que se debe tu bien llevada longevidad? Él, que es un tipo ponderado y serio, nada dado a tonterías, me respondió: "Yo creo que es la Coca Cola, que tomo desde siempre". Si se entera esta marca, va a añadir la longevidad a las virtudes de esa bebida y le va a poner a él en un anuncio.
En Valencia, con ponencia
No sé qué pensará de esta extraña y poco probable receta de longevidad basada en la coca (cola) que me cuenta el poeta Quiñones mi amiga viguesa Beatriz Figueroa, que tanto ha tenido que pelear por su salud y las de mucho/as atracadas por el cáncer. Lo que sé seguro es que estos días está en Valencia en las jornadas sobre "Medicina y Humanización". Todas las ponencias son de profesionales de la Sanidad menos la suya, que la da desde el punto de vista del paciente y lo hizo ayer con este título: De médico a médico: curar o evaluar. Recordad que Beatriz es esa viguesa que, tras una huelga de hambre para reclamar atención, consiguió más de medio millón de firmas para luchar contra el desamparo sociolaboral en que quedan los que han padecido un cáncer. En esas jornadas Beatriz puede dar ese punto de vista de persona con larga experiencia como paciente que a veces se echa de menos en estos congresos sobre la sanidad. Por cierto, Bea aplaude la labor de nuestros profesionales de Oncología en Vigo, que tan bien conoce.
Y las marchas con bastones
Tampoco sé qué opinará de la Coca Cola como receta de longevidad el vigués Jorge Torres, gerente de Vigoentrena, que está haciendo un doctorado en ejercicio para personas con cáncer con el propósito de realizar un estudio en el que involucrar a la comunidad médica, concretamente a la unidad de mama del H. Meixoeiro de Vigo para poner en marcha su tesis de estudio. Cuando se diagnostica el cáncer de mama -nos cuenta-, un mundo lleno de dudas, miedos y tratamientos abordan la vida de una mujer. Es un proceso largo y complicado, en el que las dosis de quimioterapia y radioterapia marcan el calendario y la vida de estas personas. Una vez terminado el tratamiento la vida sigue, pero el fantasma del proceso oncológico sigue ahí. Cicatrices, dolor articular, movilidad reducida... La marcha nórdica es una de las herramienta que él defiende, pero había que demostrarlo a la comunidad médica y científica y Jorge Torres lo está haciendo con grupos de mujeres voluntarias dispuestas a comprobar con él de guía los beneficios de marchas con bastones. Pueden ser más.
