Se cumplen trecientos diez años de la construcción del "Pazo de Cadro", que en conjunto es de los más interesantes del Morrazo, en nuestro ayuntamiento. Los pazos son edificaciones tradicionales de carácter señorial, feudal o religioso que surgieron a partir del siglo XV, como consecuencia de la transformación de las edificaciones defensivas que poseían reyes y nobles y generalmente a su alrededor, se creaban unidades sociales agrarias donde transcurría la vida de los campesinos.
Se encuentra situado en la parroquia de Santomé, pasando Pardavila, en el kilómetro 4 de la carretera PO-313 de Marín al Con (Moaña), en la margen izquierda, frente al "Ecoparque" y antes del cruce con la carretera forestal que sube al Parque Natural de Castiñeiras (el Lago). Aunque en el escudo de su portal de entrada figuran el año de su construcción 1710, realmente se desconoce la fecha de su primera construcción pero existen referencias del mismo ya en el siglo XV, al menos de su torre así lo atestigua.
Fue la primera residencia de la familia Romay. Su planta tiene forma de "L", con una construcción solemne y poderosa que podemos situar a principios del siglo XVIII, en la que al lado derecho se encuentra su torre almenada, que seguramente son los restos de una antigua construcción defensiva, que podemos situar en el siglo XV, y en el lado izquierdo está su capilla, dedicada a santa Bárbara, rematada con una hermosa cúpula muy airosa.
En su fachada posterior, cara a la ría, que tiene unas hermosas vistas al poniente, está una entrada con unas escaleras, y un balcón con una hermosísima balconada soportada por elegantes ménsulas, que es otra de las características sobresalientes del pazo. El pazo se encuentra en el centro de una gran finca, hoy separada por la carretera, que fue el centro agrario, hoy dividido por la carretera, con una notable extensión donde se cultivaba todo tipo de plantas para el sostenimiento de sus habitantes. En el muro de cierre se encuentra un escudo, sobre el portón de entrada, que corresponde a la familia Romay, en el que figuran los años 1710 como de su construcción, y 1823 año de su reforma.
Más tarde pasó a la familia Cea-Naharro, a la que perteneció largo tiempo, y su última titular fue doña Dolores Cea Rey, que lo vendió al ayuntamiento por un millón de pesetas, por la abundante agua de manantial que posee la finca, que fue utilizada en el primer abastecimiento de agua a la villa.
Posteriormente en la década de los 70 del pasado siglo, el municipio, decidió deshacerse del pazo, a nuestro entender gravísimo error, vendiéndolo por una peseta más a don Juan Novial, esposo de la escritora sueca doña B. Cristina Lliestierna, que realizó una gran labor de reconstrucción y mantenimiento, dotándolo de muebles de la época, poniendo en funcionamiento la capilla. A su muerte sus herederos, vendieron gran parte de la extensa finca e intentaron vender el pazo al ayuntamiento.
Desgraciadamente no fue así, y lo adquirieron dos empresarios vigueses para hacer un hotel. El proyecto no prospero, entre otras cosas por la negativa del ayuntamiento. Y hoy, abandonado y con peligro de arruinarse por la acción de los "okupas! Que ya destrozaron baños, ventanas e incluso llegaron a plantar fuego.
Por eso sería conveniente recuperarlo para el patrimonio municipal porque es una joya de la construcción gallega. Hay varias soluciones y rentables , para que no se deteriore más.
