El receso del tiempo transcurrido desde las últimas Municipales, junto a la puesta en marcha del Gobierno Central parecen haber despertado a las formaciones políticas locales que, con representación en el concello o no, empiezan a mover ficha para hacerse presentes ante la opinión pública. Hay que ir haciéndose ver porque ahí al lado están ya las Autonómicas que tienen esta vez un componente de incertidumbre enorme tal como está el panorama político global. En Marín el PP cuenta con 15 de los 21 ediles de la Corporación en un récord sin precedentes conseguido por María Ramallo y su equipo que revalidó otra vez su mayoría absoluta y, ahora, la más cómoda de todas ellas. En frente cinco concejales del PSOE y una del BNG que, acaso por la "digestión" de esta realidad palmaria de la superioridad conservadora, apenas se dejaron ver por ahora, como tampoco otros que están por fuera confiando en recuperar posiciones en el futuro. El PP tiene por delante casi cuatro años más de gobierno cómodo y cabe aconsejar a la alcaldesa y su equipo de catorce, que no se dejen dormir en los laureles sobre la hamaca de tanto voto propio en los plenos. De aquí a que Feijóo se exponga a su continuidad o no en la Xunta, tienen que consolidarse aspiraciones marinenses y promesas, tácitas o no. Felipe González decía aquello de que también se podía morir de éxito y no querrá el PP local que le pase eso. Veremos.