En economía es fundamental no dejarse atrapar por el "análisis del sube y baja". Por supuesto, la coyuntura es importante y el corto plazo hay que observarlo. Pero en equilibrio con el examen de las tendencias. La reciente publicación por el INE para el período 2000-2017 de la evolución económica de las provincias permite hacer ese ejercicio. En concreto, en los gráficos adjuntos se representa la evolución del empleo total en Galicia y las cuatro provincias, así como el cambio en la cuota o peso de cada provincia en el total gallego.

El período abarca un boom extraordinario, la durísima Gran Recesión y la recuperación posterior. En 2017, el empleo en Galicia superó al del año 2000 en un 9%. Pero el reparto de ese crecimiento es muy desigual. A Coruña duplica la tasa, mientras Ourense cae un 5%. Lugo crece también de forma significativa (+12%) y Pontevedra prácticamente se estanca en lo que atañe al empleo (+3%). Lo anterior se traduce en un mayor peso de las provincias del norte. Los 3.5 puntos porcentuales de incremento en las cuotas de A Coruña y Lugo alejan la simetría del 50%-50% para aproximarse a un reparto del 55%-45%.

Las provincias son espacios de referencia muy heterogéneos en lo económico. Poco tiene que ver la estructura productiva de la comarca de Vigo con la del Deza, por ejemplo; o la de A Coruña con la Costa da Morte. Por eso, los datos a escala de provincia hay que interpretarlos con cuidado. Pero los cambios apuntados en los gráficos deberían invitar a la reflexión sobre sus causas y perspectivas (¿estamos caminando ya hacia el 60%-40%?), particularmente a sindicatos y confederaciones empresariales de Pontevedra y Ourense.

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*Director de GEN (Universidad de Vigo)