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la mirada

BNG y PSOE: La cuadratura del círculo

Los nacionalistas le arrancaron a la formación de Ferraz un acuerdo de investidura, que no de gobierno, de trece puntos ambiciosos

El Bloque advirtió de que no daría "un cheque en blanco" al PSOE a cambio de facilitar la investidura de Pedro SánchezPedro Sánchez. Y cumplió. Cumplió con creces. Pudo hacerlo porque su voto, su único voto en el Congreso de los Diputados, es clave para que el líder del PSOE siga durmiendo en Moncloa.

El BNG arrancó al PSOE un acuerdo de investidura, que no de gobierno, de trece puntos desarrollados en tres páginas, con compromisos tan ambiciosos como transferir la AP-9 y rebajar los peajes del vial, más fondos para dependencia, para modernizar el tren, incluido el de mercancías, y para sanear las rías, más competencias, poner fin a la doble tributación de los emigrantes retornados, nuevos juzgados de violencia de género, recuperar la actividad de Barreras y Vulcano, rebajar el recibo de la luz al eliminar los cargos que no tienen relación directa con el sistema eléctrico, adoptar medidas para reducir la factura de la industria electrointensiva,... ¡Toda una carta a los Reyes Magos!

Los gallegos, incluidos los votantes del PP, aunque en privado, desean que Pedro Sánchez pueda cumplir. ¿Por qué? Porque sería fantástico para Galicia. Nada que objetar. Y también sería bueno para el BNG. ¡Si se rebajan los peajes de la AP-9, que tanto gravan a los conductores, en la mente de los ciudadanos se asociará el logro a la presión de los nacionalistas gallegos! ¡Si se rebajan antes de las elecciones autonómicas de este año, qué buen tanto se apunta Ana Pontón de cara a la cita con las urnas!

También el PSdeG, pues ya se encargarán los socialistas gallegos de arrimar el ascua a su sardina, ya que al fin y al cabo quien firmará la rebaja de los peajes será un ministro, que se prevé sea socialista. Y Unidas Podemos también asomará la cabeza para sacar tajada del avance, pues sin su concurso, no habría Gobierno de progreso.

Solo con lograr la rebaja de los peajes, incluidas bonificaciones al 100% para los conductores que usan la AP-9 todos los días, el acuerdo del BNG habrá merecido la pena. Si el Estado asume la subida extra de los peajes prevista para los próximos veinte años para financiar las obras de ampliación, tal como reza el acuerdo PSOE-BNG, los gallegos se ahorrarían 1.463 millones de euros por una obra que costó 223 millones de euros, según datos de la Xunta. ¡Casi nada!

Quizás por ello, minutos después de que trascendiese el contenido del pacto suscrito por Ana Pontón y Adriana Lastra, el PPdeG reaccionaba en las redes sociales tildando de "humo" los compromisos sellados. ¡No es cuestión, piensan los populares, de que la alternativa al PP en Galicia, que pasa por el entendimiento de las fuerzas de izquierda y nacionalistas, coja aire de cara a las elecciones autonómicas y sea un Gobierno del PSOE y Unidas Podemos con presión del BNG el que rebaje unos peajes abusivos y ponga fin a una injusticia largamente sufrida por los gallego!

¿Será solo humo el rosario de compromisos del PSOE con el BNG, tal como augura el PPdeG? Siendo realistas, todos, todos no se llevarán a cabo. Puede que el nuevo Gobierno, no tenga tiempo, pues la legislatura puede ser corta, ya que el futuro Ejecutivo se asienta sobre un delicado equilibrio de apoyos. Pero sobre todo, porque Pedro Sánchez no ha hecho concesiones solo a los nacionalistas gallegos. La presión que a partir de ahora ejerza Néstor Rego será vital para blindar cuántos más acuerdos mejor. Su voto volverá a ser imprescindible para aprobar los Presupuestos, y en ellos tienen que verse ya reflejadas algunas de las demandas asumidas el viernes por los socialistas.

Para repetir como presidente, Sánchez ha tenido que hacer una larga lista de promesas a ERC (13 escaños), PNV (6), EH Bildu (5), Más País (2), Compromís (1), Nuevas Canarias (1), Teruel Existe (1), además del BNG (1), a cambio de su apoyo o de su abstención. Toda una amalgama de fuerzas de izquierda con partidos de centro nacionalistas y regionalistas, con demandas tan ambiciosas como las de los nacionalistas gallegos: AVES, autopistas, ...

Pedro Sánchez perdió ayer la oportunidad de explicar en el debate de investidura cómo va a resolver la cuadratura del círculo, cómo va a encajar todas las demandas económicas de sus apoyos en un contexto económico adverso. Esa es la sombra que se cierne sobre el acuerdo.

La cercanía de las elecciones en Galicia y País Vasco, las dos únicas comunidades donde están previstas elecciones este año, puede ayudar a que los acuerdos con BNG y PNV sean los primeros que empiecen a cristalizar. Pedro Sánchez querrá apuntalar a sus candidatos en ambas comunidades y los acuerdos de los Consejos de Ministros y los anuncios del BOE siempre ayudan a llenar las urnas. De ahí, los nervios de los populares gallegos, que ya han recuperado el discurso del "agravio".

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