Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Luis M. Alonso.

sol y sombra

Luis M. Alonso

La niña sueca y el burro

La niña sueca de las coletas está en Lisboa después de haber cruzado el Atlántico en un catamarán. Allí permanecerá unos días haciendo turismo ecológico y luego vendrá a cantarnos las cuarenta, a los que le han "robado la infancia" y al resto de los mortales atónitos.

A Greta Thunberg, que según parece ha despertado la conciencia de una generación sobre la amenaza climática, si es que no se trata de una broma le ha ofrecido un burro para que culmine su periplo en la Península Ibérica la Asociación de Vecinos Fray Hernando de Talavera de la Reina, Toledo. Para animarla y que acepte escriben que es el medio que han utilizado nuestros antepasados y que ha sido el más respetuoso con el medio ambiente en los desplazamientos humanos. No es del todo cierto, el más respetuoso con el medio ambiente y, sobre todo, con los propios burros ha sido el famoso coche de San Fernando, un rato a pie y otro andando. Los burros jamás han podido sentirse satisfechos de la conciencia medioambiental cargando con un humano a horcajadas. Estoy seguro que la niña sueca piensa lo mismo que ellos y que rechazará el generoso ofrecimiento de los talaveranos.

Ahora bien, la oferta es tentadora por el simbolismo que arroja. Imagínense a Pippi Calzaslargas, la niña que lidera la revolución medioambiental de chichinabo, entrando en Madrid, igual que Jesucristo lo hizo en Jerusalén, a lomos de un borrico.

El asunto no solo nos trae de vuelta la vieja historia universal de la fábrica de mitos infantiles sino también los orígenes de una fe cuando estamos metidos de hoz y coz en otro tipo de religión.

Compartir el artículo

stats