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Ceferino de Blas.

Fechas para recordar (3 -11-1853)

Hay fechas que no olvidan los vigueses y otras para recordar, que figuran en los libros de texto. Señalan la identidad y forman parte de lo más profundo de la comunidad, porque afectan a los sentimientos y a la racionalidad. Sobre ellas se ha construido la memoria del Vigo moderno.

Son éstas:

El 28 de marzo de 1809, que ha pasado a la historia como el hito de la Reconquista, y lo conmemoran los vigueses como el día en que expulsaron a los franceses de la plaza.

El 23 de octubre de 1702, cuando una flota anglo-holandesa hundió a la "Escuadra de Plata" en la ensenada de Rande, en la mayor batalla librada en la ría. Julio Verne universalizó el episodio, con los buzos del capitán Nemo recogiendo el tesoro en el fondo del mar, en "20.000 leguas de viaje submarino", una de sus novelas más celebradas.

El 23 de junio de 1840, en que la Reina Regente otorgaba por Real Orden a Vigo la posesión de las islas Cíes, que aspiran con justicia, por su belleza e inmenso acervo cultural, a ser declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

El 17 de mayo de 1863, cuando en la imprenta de Juan Compañel, de la calle Real, se imprime el poemario "Cantares Gallegos", de Rosalía de Castro, considerado el libro germinal de la literatura gallega, en cuyo centenario se constituyó el Día das Letras Galegas.

El 3 de noviembre de 1853, en que nace el primer periódico de Vigo, que desde los años ochenta del pasado siglo es el decano de la prensa española. Un honor para la ciudad y para Galicia, tierra de periódicos centenarios.

Esta primacía del periodismo se basa en dos supuestos: la profunda vinculación del FARO con los vigueses, que han propiciado su longevidad, generación tras generación, y en su contenido.

¿Por qué razón se fundó el periódico? Un repaso al primer editorial aporta la respuesta, aunque no sea completa.

Es un clásico el comienzo: "No son otras muestras aspiraciones, que coadyuvar a favorecer los intereses de Galicia, en cuanto lo permiten nuestras débiles fuerzas".

Ese objetivo es cierto, y lo ha cumplido al pie de la letra a lo lardo de sus 167 años. Pero faltan dos aspectos concretos: el irrenunciable compromiso con Vigo, y la llegada del ferrocarril.

Ninguno de los dos figura en el editorial fundacional, muy generalista, y que parecería más propio de un periódico pluriprovincial que de uno local.

Es evidente que la ciudad que le da nombre estaba por encima de todo: aparece en el título "FARO DE VIGO", y los fundadores debieron considerar obvio que los lectores lo daban por supuesto. Era el periódico de y para Vigo.

Menos justificada estaba la omisión del ferrocarril, porque en aquel momento mucha gente desconocía qué era. Había llegado a muy pocos sitios.

Pero importaba sobremanera a los tres fundadores del periódico, el jurista José Carvajal, el poeta Posada Pereira y el impresor Angel de Lema: conseguir que Vigo tuviera tren, que traía la modernidad y rompía el aislamiento.

No ocurrirá hasta el año 1881, en que se inaugura la línea a Ourense, y después a Monforte, con lo que la ciudad queda enlazado por ferrocarril al resto de España.

Los tiempos cambian, y la historia, terca, da vueltas: el nuevo ferrocarril -el AVE-, sigue siendo a día de hoy la aspiración de los vigueses y del Sur de la provincia. Hasta tanto no se construya la línea directa a Ourense por Cerdedo, la alta velocidad ferroviaria seguirá siendo un deseo incumplido.

Lo que justifica ahora, como hace ciento sesenta y siete años, la necesidad de que el FARO siga reclamando el ferrocarril que ponga a Vigo a la altura de otras ciudades que, desde hace años (Sevilla desde 1992), están conectadas por AVE a Madrid. Una situación de desventaja que perjudica a todo el entorno.

Eso significa que FARO sigue siendo imprescindible para defender el viejo sueño de los vigueses de un ferrocarril propio de cada tiempo. Sin complejos. Como evidenció aquel director, Leal Insua, que cuando el FARO cumplió cien años, dijo en una entrevista al periódico norteamericano "El Diario de Nueva York", que había superado al "New Yok Times", que los celebró poco antes, con un pequeño suplemento comercial. FARO hará una gran demostración con unos "pliegos" mensuales en los que colaboraron los mejores escritores de lengua española.

Por lo que ha supuesto para la ciudad, que lo ha dignificado como uno de sus símbolos, y por lo que aporta a la defensa de los intereses de Galicia, el 3 de noviembre de 1853, es una de esas fechas a recordar.

Aunque todas las citadas deberían figurar en el temario de los profesores vigueses de Primaria para que sus alumnos las conozcan.

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