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La salud mental

El pasado 10 de octubre se celebró el Día Mundial de la Salud Mental, un derecho humano esencial. Es prioritario que la sociedad en general tome consciencia de esa necesidad, para dedicarle los medios apropiados, dirigidos a la consecución de un nivel equilibrado de salud mental para sus ciudadanos, por las graves consecuencias que se derivan para sus vidas. Y así evitar tantas enfermedades, conflictos personales, de pareja, de familia, laborales y sociales. En conjunto para crear un mundo mejor. Implica los procesos cognitivos y la razón, las emociones y los afectos y los comportamientos y actitudes en las diversas etapas y circunstancias de la vida. Al fin, imprescindible desde la infancia, adolescencia, juventud, adultos y mayores.

Según la OMS, la salud mental se define como "un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y siendo capaz de hacer una contribución a su comunidad. La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades". Es importante y necesaria para conseguir tener relaciones sanas y enriquecedoras, estar y sentirse saludable físicamente, trabajar de forma satisfactoria y productiva, desarrollar los potenciales propios y las habilidades, para poder así desarrollar actitudes que puedan aportar a la comunidad.

La salud mental facilita el poder tomar decisiones satisfactorias. A su vez, desde el punto de vista del propio sujeto, y en función de la cultura y sociedad a la que pertenezca, le beneficia el ser consciente de poder conseguir satisfacer sus propias capacidades, con un grado de independencia para dirigir sus propios desafíos y el bienestar en las relaciones interpersonales.

Según la OMS, aproximadamente el 15% de las enfermedades son mentales. Y teniendo presente el poder de la mente sobre el cuerpo, se puede afirmar por tantos hallazgos y resultados de investigaciones en este ámbito que se conocen, la enfermedad mental como el estrés, la depresión y ansiedad, contribuyen a múltiples enfermedades corporales. Participando también esa enfermedad mental, como factor contribuyente a muchas otras enfermedades.

En los países más desarrollados, los gobiernos dedican multiplicidad de recursos para detectar las enfermedades mentales y poderlas solucionar a tiempo, evitando así el desarrollo de las enfermedades físicas, su cronicidad y complicaciones que influirán para que otras se desarrollen, como consecuencia de no haber atendido esencialmente a las causas psíquicas. Puede imaginarse, que la mente enferma es el virus más letal para el cuerpo del sujeto que la porta. Desgraciadamente una dura realidad. De ello pueden dar buena cuenta diariamente los doctores médicos. Afortunadamente van tomando consciencia de estas dimensiones, y además de resolver las dolencias y enfermedades del cuerpo, también sugieren cada vez con más frecuencia a sus pacientes, según los casos, de la necesidad de que consulten a un especialista en salud mental.

La persona puede observarse para analizar cómo se maneja en los tiempos de responsabilidades, ocio, deporte y descanso, cómo maneja sus pensamientos y temores, las relaciones con su entorno, apreciar si de ese transcurso en su día a día va teniendo un balance más satisfactorio o agobiante y angustioso. Para mejorar el grado de salud mental, según cada persona y sus circunstancias, se trataría de identificar cual es lo que está restando, afectando y deteriorando su psicología, y con la ayuda del especialista en salud mental, iniciar un camino hacia su recuperación.

(*) Psicóloga

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