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Escepticismo galaico

Los gallegos asisten a un nuevo rifirrafe electoral a cuenta del AVE

Asisten los gallegos a un nuevo rifirrafe electoral a cuenta de si el AVE llegará a Galicia en plazo. Observan con escepticismo esta refriega al calor de las urnas, en la que Xunta y PPdeG denuncian el incumplimiento de las fechas prometidas y en la que el Gobierno y el PSdeG se afanan en negar responsabilidades.

La apatía y desconfianza de los ciudadanos se explica porque desde que el 21 de julio de 2001, día en que Manuel Fraga y José María Aznar pusieron la primera piedra del AVE gallego en las cercanías de Santiago, se han lanzado varias fechas de finalización de las obras: 2010, 2012, 2015, 2018 y 2019. Y todas se han incumplido , y PP y PSOE, los dos partidos que han pasado por Moncloa en este tiempo, tienen su responsabilidad.

Sus dirigentes han practicado una huida hacia delante, esperando que fuese el que viniese después el que se comiese el marrón del enésimo retraso. Y en esta ocasión, el Gobierno de Pedro Sánchez no quiere tragárselo porque lleva poco tiempo al frente del Ejecutivo, porque está en funciones, porque ha gobernado con las cuentas prorrogadas y porque el 10-N hay cita con las urnas, y no quiere agraviar a los gallegos y que le reste votos.

En 2017, cuando era el PSdeG y demás fuerzas de la oposición los que dudaban de la llegada del AVE y tildaban de "escándalo" que Alberto Núñez Feijóo asumiese la promesa del entonces ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, el presidente de la Xunta decía entender "el escepticismo galaico" "dados los engaños desde 2010" que habían sufrido los gallegos al respecto. No se muestra ahora tan comprensivo con el partido en el poder, partido que el pasado mes de abril arrebató al PPdeG la condición de fuerza más votada en Galicia.

No le faltan datos que apuntalan sus temores, pero se le notan demasiado las intenciones. Ya con el PP en el Gobierno central, el plazo de 2020 era muy ajustado, cualquier imprevisto, podía tumbarlo. No es casual que Gonzalo Caballero, líder del PSdeG, se cuide y asegure que "no va a haber un solo segundo de retraso de la llegada del AVE" por culpa del Ejecutivo actual. Puede haber demoras, pero se las atribuirán a otros.

Xunta y Gobierno deberían hacer tabla rasa en torno al AVE, pues la llegada de la alta velocidad, con sus avances y sus demoras es una responsabilidad compartida de PP y PSOE. Tras el 10-N, ¡antes imposible!, se impone un ejercicio de sinceridad y contar a los gallegos qué pasa de verdad con el AVE.

Galicia celebra en 2021 el Xacobeo, y para entonces debería tener un AVE, no recién inaugurado, sino funcionando a pleno rendimiento, para multiplicar el efecto económico de este Año Santo. ¿Podrá ser? Hace 27 años que se inauguró la primera línea de AVE en España, entre Sevilla y Madrid, y once años de la conexión a Barcelona. Galicia también se merece su línea de alta velocidad, y cuando ésta llegue, los vigueses seguirán esperando por su enlace directo, porque la línea diseñada les obligará a dar un rodeo e ir hasta Santiago para desde allí viajar a Madrid. ¡Increíble!

| Franco y el Pazo de Meirás. Tildan a Pedro Sánchez de electoralista por la retirada de los restos de Franco del Valle de los Caídos. Intentan quitarle mérito con el argumento de que los problemas de los españoles son oros y con la crítica al espectáculo televisivo, pero lo cierto es que el líder del PSOE se ha convertido en el presidente del Gobierno que ha puesto fin a una anomalía democrática. El dictador no podía descansar junto a sus víctimas ni en un lugar donde pudiese ser honrado. Pero el trabajo está incompleto. El Gobierno central debe ahora, entre otras cuestiones, recuperar el Pazo de Meirás para los gallegos. Tiene el apoyo de la Xunta. El Pazo de Meirás, regalo forzado del pueblo a su dictador, debe ser propiedad pública y ser recordado y ensalzado como la residencia de la escritora Emilia Pardo Bazán, y no como la morada de verano de Franco y su familia. También debe anular la sentencia de Alexandre Bóveda, y dotar de medios la Ley de Memoria Histórica para reanudar la apertura de fosas y que las familias puedan dar una digna sepultura a las víctimas del franquismo.

| Bloque, versus PNV. El BNG suscribió el viernes en Barcelona junto a once partidos catalanes, valencianos y la izquierda abertzale una declaración en la que reclaman el derecho de autodeterminación, rechazan la sentencia del procés, exigen la liberación de los presos catalanes y que puedan volver a España "los exiliados", en alusión a Puigdemont y compañía. También denuncian "la imposibilidad de una plena democratización del Estado español por la resistencia de las viejas estructuras del régimen anterior".

El PNV se desmarcó. En plena precampaña del 10-N apuesta por la moderación y el pragmatismo, y excusa su ausencia porque la declaración es inoportuna y su visión de España, demasiado negativa.

El Bloque se mantuvo firme a sus principios, pero ahora que las encuestas apuntan que podría regresar al Congreso, ¿qué les parecerá a los electores su foto con Arnaldo Otegi, entre otros? ¿es esta declaración una forma de ensanchar la base electoral?

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