El paraninfo del Rectorado de la Universidad de Vigo estaba a tope, no cabía ni un alfiler, en la programación del Club FARO DE VIGO estaba este lunes 21 de octubre la presentación de los actos de los 50 años de Cáritas Diocesana de Tuy-Vigo. El próximo enero del 2020 se cumplen los cincuenta años de su fundación.

La Iglesia siempre estuvo al lado de los pobres, recuerdo aquella anécdota de una hermana de la caridad de la madre Teresa de Calcuta en New York que el reportero le decía a la hermana que por todo el oro del mundo no se metería a cuidar a los enfermos del sida, y la hermana le contestó: "Yo tampoco, yo lo hago porque veo en estos enfermos a Cristo que murió por nosotros y lo hago por amor a Dios".

Son muchos los testimonios de personas católicas de nuestra diócesis que ejercieron la caridad de una manera heroica y visitando cárceles, vistiendo al desnudo y dando de comer al hambriento.

Pero en enero de 1970 de mano del obispo D. José Delicado Baeza se quiso profesionalizar esta caridad para ser más eficaces y llegar a más sitios.

La mesa redonda estaba coordinada por Juan José Lago, responsable de comunicación, los ponentes todos comprometidos con la Iglesia: D. Alberto Cuevas, sacerdote y periodista por la Universidad de Navarra, nos hizo ver desde siempre la vocación de la Iglesia de caminar con los pobres: las damas apostólicas, S. Rafael cuidando a los minusválidos tanto físicos como psíquicos y de la mano del Franciscano Padre Ortiz en su centro de S. Francisco, los pobres de Teis con los hermanos de S. Juan de Dios. El oír a D. Alberto Cuevas es una delicia, con una muy buena voz y su gran poder de síntesis. Jaime Barrecheguren, una cabeza bien amueblada que estuvo ligado a Cáritas en los últimos veinticinco años, nos contó una gran parte de la historia de Cáritas en la diócesis, una historia apasionante en que estuvo involucrada mucha gente.

Angel Dorrego, hombre procedente de la banca nos hizo ver que para ayudar materialmente a los pobres se necesitaba dinero y de ahí las colectas mensuales en las parroquias y la necesidad de llamar a las puertas de muchas empresas para recibir ayuda.

En la primera fila del auditorio presidía nuestro Obispo D. Luis Quinteiro y a su lado estaba nuestro alcalde Abel Caballero que fue el primero en hablar y nos dio un mensaje muy claro, "que la historia de Vigo no se entendería sin Cáritas Diocesana".

En primera fila habló también Miguel Santalices, médico de profesión y presidente del Parlamento Gallego y que nos dijo que tenía la satisfacción que la distinción a Cáritas Diocesana había sido aprobada por unanimidad.

En primera fila estaba D. Jesús Gago, párroco durante muchos años de la parroquia del Sagrado Corazón, ejemplo de la gran labor de Cáritas en la ciudad. Intervino Eugenio Gonzalo Davila, director actual de Cáritas, que agradeció a las muchas personas voluntarias que hacen posible esta gran realidad de estar cerca de los necesitados.

El presidente de la Confederación de Empresarios, Jorge Cebreiros, ofreció su ayuda para hacer un proyecto ilusionante para involucrar a los empresarios. Estaba presente Juan Carlos Dasilva, subdirector general del grupo Moll en Galicia y gran animador del Club Faro de Vigo.

Cerró el acto nuestro obispo D. Luis Quinteiro afirmando que nuestra sociedad tiene corazón y el desafío es de comunicación, hay que luchar por llegar a esta sociedad.

Nuestra diócesis a veces es desconcertante, la asistencia a misa el domingo no es muy alta, sin embargo la procesión del Cristo es multitudinaria, la asistencia a este acto es de abarroto y me comunica D. Benito, el párroco de S. Miguel, de la inauguración de un magnifico cruceiro. La Iglesia mediante Cáritas pretende caminar al lado de los pobres de una forma organizada.

*Miembro Club 55