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Antonio Rico

Los problemas del morfema

Una de dos: o el morfema "-o" tiene marca de género y se refiere al género gramatical masculino, o el morfema "-o" no tiene marca de género y su uso no implica que nos refiramos a dicho género gramatical. O "los niños" se refiere en exclusiva a los varones, o "los niños" abarca por igual a varones y a mujeres. Ambas posturas son defendibles. Pero no lo es el uso del morfema "-o" con marca de género en las palabras pares y sin marca de género en las impares. Sin parar escuchamos a tertulianos y periodistas en televisión fórmulas del tipo "los parados y las paradas están cansados de?", en donde el morfema "-o" en "parados" sí está marcado y, unas palabras más allá, el mismo morfema "-o" en "cansados" no está marcado.

No cabe duda de que lenguaje y sociedad se realimentan, y de que aquél es en gran parte efecto y en pequeña parte causa de ésta. La sociedad machista y el lenguaje machista son dos caras de un mismo fenómeno. El género gramatical masculino sigue siendo el género no marcado, neutro, la norma, mientras que la feminidad queda marcada como una anomalía con morfemas propios, la excepción. La solución bien podría ser la eliminación de toda marca de género. O, al menos, si se opta por explicitar en cada artículo, sustantivo, adjetivo y pronombre la norma neutra y la excepción femenina se debería ser sistemático y no caótico en ese uso. ¿Cuesta tanto trabajo duplicar buena parte de las palabras que usamos en el lenguaje hablado?

De hecho, la verdadera revolución que está suponiendo el lenguaje inclusivo no es otra que su rabiosa arbitrariedad. Por primera vez en la historia, una regla gramatical tiene como precepto su uso al tuntún. El hablante marca y desmarca el morfema "-o" en una misma locución según le va dando la gana, lo que viene favorecido porque este uso no responde a la transmisión de información, sino a una actitud del hablante. ¿Se imaginan cómo nos chirriaría que usáramos los morfema de número con las mismas arbitrariedad con las que uso el morfemas de género?

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