Supongo que la alcaldesa, durante la caminata por el "Blanco Freijeiro", le habrá explicado bien al presidente la realidad y las eternas aspiraciones que Marín tiene y entre ellas, el deseado auditorio que el actual presidente nos debe porque, lo recordaré una vez más, ayudó a tumbar la obra prevista y aprobada del que se iba a construir en el subsuelo del Parque Eguren, cuya obra fue retirada de los papeles con la llegada del propio Feijóo a la Consellería de Obras Públicas tras la defenestración del malogrado Cuíña, al que Fraga puso en la calle Dios sabe por qué y ya pasaron años. Sólo por ese mal recuerdo, el presidente tiene que ser receptivo a la petición de la alcaldesa y a la exigencia del pueblo marinense que está hasta el moño de promesas a pesar de votarles como en pocos sitios. Desde hace tiempo se viene diciendo que el auditorio irá ubicado en la zona portuaria, más o menos tras la parada de autobuses, y ya nadie se atreve a oponer otra idea porque la carencia aquí de este servicio a la cultura, ya cansa y mucho. En algún otro de estos domingos de "Mirador" expresé la personal idea de que Marín se merece una gran obra en el terreno entre la Plaza de España y la punta del Paseo Marítimo donde se puede incluir el auditorio pero debería contener un macro plan capaz de aprovechar todas las posibilidades de la zona, que son muchas. Pero?falar para a feira.
Uno: la visita