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Olga Seco Seco.

Unas medias y el cipote de Archidona

En otras épocas, siempre lo pienso, la vida era la consecuencia del ahorro y el ingenio. La historia, creo, es la experiencia que en un determinado tiempo, enfrenta a hombres superiores e inferiores. La realidad, la de ahora, es una especie de escenografía con arrebatos de estupidez. Nos creemos tan superiores que hemos olvidado nuestros orígenes. A día de hoy, se impone todo aquello que es contrario a la sabiduría. Y al que acaricia la humildad lo llaman bobo... Lo moderno destruye sin piedad los vestigios de nuestros antepasados, es decir, únicamente contempla el ahora: gran error.

Hace pocos días, con el frío metido en el cuerpo, le dije adiós al buen tiempo. Y sí, con el temperamento que a veces tenemos las mujeres, me puse unas medias. No sé sí fueron las prisas, pero al minuto (qué digo al minuto) al segundo, ya tenían una carrera. Hay actos (no sé la razón) que son tajantes, y por lo que sea, nos sitúan en otro tiempo. ¿A qué no saben de que me acordé? En mi juventud, muchas veces, llevaba las medias a coger los puntos. Parece que lo estoy viendo, en muchos escaparates había un cartel: "Se cogen puntos a las medias". Y ahora hablan de reciclar...

Las mujeres de antes, hasta con el polvo de la alacena preparaban una sopa. Ahora, la televisión está apestada de programas de cocina y no sabemos ni freír un huevo. ¡Fíjense qué cosas! (Sonrío). No sé ustedes, pero yo me acuerdo de ver a madres y abuelas, zurzir calcetines con el huevo de madera; deshacer jerseys para hacer otros, bajarle el bajo a los pantalones y un largo etcétera.

El tiempo, nos guste o no, siempre toma la explicación de la vivencia. Tengo la sensación que hay una definición que no es voluntad de la palabra: se llama nostalgia. Fíjense, una carrera en las medias, me ha llevado a otra época; seguramente más austera, pero mucho más reconciliable que la de ahora.

Empieza el frío, hasta que lo del calor de pecho ajeno tome forma, cogeré temperatura con un libro fogoso. Se me ocurre, por ejemplo, "El Cipote de Archidona" del gran Camilo José Cela. No es mala idea, no... Espero no entrar mucho en calor (con el libro) y vuelvan las carreras a las medias. Ay, bendito humor.

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