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la mirada

El duelo

El cara a cara de Alberto Núñez Feijóo y Gonzalo Caballero el pasado miércoles fue un aperitivo

El cara a cara de Alberto Núñez Feijóo y Gonzalo Caballero el pasado miércoles fue un aperitivo. La primera toma de contacto, breve pero intensa, para dos contendientes que llevan vigilándose y observándose mucho tiempo, pero no habían tenido oportunidad de coincidir hasta que el secretario xeral del PSdeG dio el salto al Parlamento.

Feijóo encontró a un líder de la oposición combativo, dispuesto a liderar la alternativa al PPdeG, y que no le dará tregua hasta los comicios autonómicos con el mensaje de que el proyecto popular está "agotado" tras tres legislaturas al frente de la Xunta. Gonzalo Caballero irrumpe en la Cámara como el hombre en la comunidad del presidente del Gobierno.El objetivo no es otro que hacer suyos los votos que Pedro Sánchez recibió en las generales, y que convirtieron al PSOE en la fuerza más votada en Galicia.

Y el secretario xeral del PSdeG encontró a un presidente de la Xunta que se presenta como garante de estabilidad en un momento de máxima convulsión política. Pero también a un líder con muchas horas de debate parlamentario a sus espaldas y fogueado con sus enfrentamientos dialécticos del pasado con Xosé Manuel Beiras y Luís Villares. Hincarle el diente será difícil. Se conoce todos los trucos. El Parlamento es su casa, y Caballero aún tiene que acomodarse y hacerla suya.

El careo de esta semana fue un precalentamiento para el gran debate, el que se celebrará el 24 de septiembre. La Xunta ha decidido celebrar en la última semana de este mes y no a comienzos-mediados de octubre, como en ocasiones anteriores, el Debate sobre el Estado de la Autonomía, el más importante del año.

La razón para este pequeño adelanto es evitar en lo posible que el debate autonómico se contamine con la escena estatal, ¡como si fuese factible! En octubre, lo más probable, es que la lucha electoral ya esté en su apogeo, si como es previsible hay repetición de comicios.

El líder socialista, que demoró su entrada en el Parlamento, llegará al Debate de Política General sin tiempo de hacerse con el escenario y de cogerle el tono al rival. El miércoles tuvo la oportunidad de pisar la moqueta, probar el micrófono y poco más. No habrá gira por provincias. No habrá ensayos para rodarse. El estreno por todo lo alto, en la capital es ya.

En esta sesión, donde el presidente de la Xunta ha de hacer repaso de sus logros y avanzar sus planes para la recta fina de legislatura, Caballero tendrá la oportunidad de ofrecer la cara b de la gestión de Feijóo y perfilar su alternativa para Galicia.

Es su momento. La atención está centrada en él. Es la novedad. Es el referente de la oposición, después de que En Marea, con sus peleas internas, se haya echado a un lado. Las fuerzas rupturistas están demasiados ocupadas en cambiar de nombre (Grupo común da esquerda) y en articular una portavocía coral, que confunde al personal y solo evidencia que carecen de líder. Y no tienen líder porque Podemos, EU y Anova no son capaces de ponerse de acuerdo en a quién deben dar todo el protagonismo.

El Debate del Estado de la Autonomía es una oportunidad para que los gallegos vean confrontar dos visiones y dos proyectos para Galicia. La de Feijóo y la de Gonzalo Caballero, los dos candidatos con más opciones de ganar las próximas elecciones autonómicas, previstas para justo dentro de un año, si no hay adelanto electoral, lo que no parece muy probable.

También es la ocasión para visualizar hasta que punto son compatibles los proyectos del PSdeG con Grupo Común da Esquerda, BNG y En Marea, sus potenciales socios de gobierno, en caso de que el PPdeG perdiese la mayoría absoluta.

Gonzalo Caballero ya es oficialmente el candidato del PSdeG a presidente de la Xunta. Fue el primero en ser proclamado. Y Feijóo, lo es oficiciosamente. Nadie duda en el PPdeG que repetirá y optará a un cuarto mandato. Lo tiene que anunciar él, y ha dicho que hará pública su decisión en el primer trimestre de 2020, pero todos los dirigentes del PP gallego consultados por este diario entienden que ya no hay opciones. No hay tiempo para lanzar otro cabeza de cartel. Es Feijóo o es Feijóo, sostienen. Hay que contrarrestar el desgaste de diez años en el poder, y frenar el avance socialista en las urnas anticipado en las elecciones generales. No es el momento para experimentos con gaseosa, opinan. El PPdeG aguanta mejor el tipo en una cita autonómica que en unas generales, pero tampoco hay que confiarse y arriesgar.

La puesta en escena para aclamar a Feijóo como candidato a la reelección arrancó el pasado sábado en Cerdedo-Cotobade con el mensaje de Pablo Casado: "Te necesitamos".

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