Ana Belén Martín y Fernando Quinteiro se dan cuenta ahora que fue un mal negocio para ellos haber sacado tan buenos resultados electorales. Ellos representaban la renovación del PSOE de Cangas, que se acabó nada más comenzaron las negociaciones, de las que fueron apartados, sin haberles preguntado antes sí querían participar. Lo que empieza a surtir efecto es el cansancio. No solo hay dirigentes socialistas quemados ya por el sol del gobierno, sino que algunos ya piden ayuda, incluso al BNG. El PSOE de Cangas vive en su estado natural, que es la crispación interna y la lucha de egos, que no la de clases. Ya nadie se sorprende.