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Ons, un problema social donde no lo había

Los periódicos de ayer se hacen eco de lo ocurrido en el Parlamento gallego con el caso de los vecinos de Ons que están amenazados de perder su derecho vital, históricamente ganado por sus deprimidos antepasados, de disfrutar, libremente, de las casas donde nacieron ellos, sus padres, sus abuelos, incluso sus propios hijos, antes de trasladarse a vivir a Bueu, Portonovo o Cangas, acuciados por la purísima miseria a la que las administraciones y la sociedad les tuvieron condenados desde siempre.

El Parlamento oyó la voz de la conselleira Ángeles Vázquez a la que todo le parece bien, muy rico y muy abundante, defendiendo lo que los propios isleños no entienden porque sus versiones distan mucho de lo que la señora Vázquez aseguró en la tribuna. Mientras tanto acompañé, como uno más, al grupo que permaneció en la calle a la espera de noticias porque no se permitió en las gradas de la tribuna, más que una mínima representación de personas, cuatro o cinco, a las que le obligaron incluso a quitarse la camiseta negra que con un "ONS en loita" intenta ser un grito de auxilio.

La Xunta hace muy bien, pero que muy bien, en limitar el número de personas que visiten Ons cada día. Es una evidencia que, la cantidad de cuatro mil quinientas personas que estábamos allí el 16 de agosto del año pasado, es una pura barbaridad. Por lo tanto, dejar el número el 1.300, particularmente, me parece perfecto aunque también dicen dar opción a varios cientos para el camping y otros cientos más para grupos organizados. Lo que pondría sobre 2.000 el número de visitantes cada día, algo asumible por aquel entorno.

Otra cosa es el caso de los nativos en la Isla a los que se les quiere, mejor dicho, se les obliga a presentar un carnet que limita sus adquiridos derechos sobre la Isla labrados por sus historias familiares; sus difuntos; sus raíces y, para muchos, los recuerdos de una cruda infancia y juventud. Por lo que se lee hablan de carnets para familiares hasta la cuarta generación, y no sé que otros "favores" les hacen, limitando su derecho a disfrutar, con los suyos y con quienes les dé la gana, del lugar donde nacieron y donde resistieron hasta que la administración hizo todo lo posible por animarlos&obligarlos a marchar de allí y fijar su residencia al otro lado del mar. No sé si la señora Vázquez, o el mismísimo señor Feijóo, tienen familiares ascendentes en otros lugares distintos a su residencia. A mí me pasa que sí, que tengo raíces en un lugar de Galicia parecido a Ons pero en "terra", y, aunque mis abuelos ya desaparecieron de allí hace ya muchos años, y en paz descansen, me gusta mucho ir, estar en la casa donde hicieron su vida; pasear por el entorno y recordar lo que fue aquello cuando siendo niño, iba con mis padres a verles. Sigo yendo, menos de lo que debiera, pero nadie me pide un carnet, ni a mis hijos, ni a mis nietos o a mis sobrinos, y respiro el aire de mis antepasados con verdadera fruición.

Ahora alguien me va a decir que los isleños no son propietarios de aquellas casas. ¿A mí me lo van a decir, que viví allí tres años, sufriendo con ellos las carencias a las que nos condenaba la sociedad de los años setenta?. Las casas de Ons no son propiedad de los vecinos, pero tampoco debería ser del Estado, ni de la Xunta, porque sus propietarios, terratenientes de otro tiempo no muy lejano, eran quienes eran, personas particulares a las que, ni Estado ni Xunta, me parece que nada pagó por lo que era su propiedad. Lo de "Patrimonio de la Humanidad", perdonen que les diga, me parece algo que produce más problemas que soluciones? allá cada quien, pero, en todo caso, "humanidad" viene de "humano" y ¿tiene Ons algo más humano que sus propios hijos?.

Lo que los periódicos dicen que dijo la conselleira Vázquez no aclara nada la situación del problema. Ella parece asegurar que todo está claro y es un gran beneficio para los isleños y éstos, muy al contrario, discrepan de la propuesta o no la entienden. ¿Cuál es la solución?, pues el diálogo y el acuerdo con los afectados que no es otra cosa que lo que piden ellos y los partidos de la oposición que, mira por donde, están todos unidos, ¡faltaría más!, porque, los ríos revueltos siempre fueron ganancia de pescadores ¿o no?. Pues?

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