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"Abrir a xareta"

Un cerquero de Portosín, perteneciente a la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga), que descargó días atrás 2.500 kilos de sardina en el muelle de Porto do Son cuando la pesquería estaba prohibida y el mencionado barco no estaba autorizado a desembarcar en el puerto en el que lo hizo las capturas ilegalmente logradas, ha generado una fuerte controversia entre los miembros de la citada asociación pero, al mismo tiempo, también entre los cerqueros que no pertenecen a esta entidad mayoritaria en el sector gallego que lucha desde hace varios años por lograr un reparto equitativo de los derechos de pesca no solo en la sardina, sino también en especies esenciales para el cerco como pueden ser la anchoa, el jurel o la xarda (entre otras).

El daño ocasionado por este barco que, según se ha podido saber, no es la primera vez que realiza esa pesca ilegal que ni siquiera pasa por lonja y que, como en la última ocasión, se descarga en la zona portuaria de O Son para trasladarla a otro puerto cercano utilizando para ello tres furgonetas, es considerable: afecta a la credibilidad de los responsables de Acerga y los socios de esta (muchos de los cuales se ven sumamente perjudicados por las escasas cuotas adjudicadas a Galicia con destino a la pesca de cerco) y sentencia de antemano al centenar y medio de barcos cuya actividad depende exclusivamente de esas especies antes citadas y que la UE, a través de la Secretaría General de Pesca, regula en el caladero nacional Cantábrico Noroeste con el conocimiento pleno de la Xunta de Galicia. Y, además, genera desconfianza en el ámbito comunitario donde los precedentes por acciones similares a las de este cerquero -cuyas capturas ilegales fueron aprehendidas por la Guardia Civil y el Servizo de Gardacostas de Galicia- no son nada nuevas.

¿Cómo se puede reclamar más cuota de pesca si no se respetan las que se adjudican y, para más inri, ni siquiera se declaran las capturas, con el perjuicio que originan por este motivo a las cofradías de pescadores y lonjas locales que tienen en las "comisiones" la base de su sustento económico?

No es de extrañar que, ante circunstancias como la descrita, periodistas extranjeros se refieran a Galicia como "la Sicilia de España" y digan de esta comunidad autónoma que "es una de las regiones más pobres" del estado español en la que existen las "asociaciones criminales más famosas conocidas por el contrabando de drogas, el mercado negro de tabaco, pero sobre todo por la pesca ilegal".

Me refiero al libro titulado Storming The Thunder que narra las peripecias del pesquero Thunder -que perteneció al probablemente más importante armador gallego de buques piratas, con sede en Ribeira-. El autor del libro considera que los profesionales de la pesca "sin escrúpulos" van al mar "por el mercado ilegal de marisco, que genera unos ingresos estimados en 160 billones de dólares en ventas anuales".

Si esto lo escribe un autor americano y algunos de los pesqueros gallegos ratifican en puerto con sus acciones ilegales la existencia de armadores, patrones y tripulantes sin escrúpulos que no respetan las normas establecidas para faenar en aguas reguladas por la Unión Europea, ¿qué puede pensar la Comisión Europea y el Consejo de Ministros de Pesca de la UE de lo que Galicia plantea cuando reclama más cuotas de pesca?

Acerga no puede, ni debe consentir, estas ovejas negras si quiere mantener la razón de la que se ha venido armando en estos años de pelea contra la discriminación en el reparto de las cuotas de pesca.

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