Patrona de Marín

Hoy es uno de esos días grandes de un pueblo, el día de la Patrona. Ocurre que, por cuestiones de fecha y de cuestión turística, desde hace ya muchos años se da más pábulo festivo a la fecha del 16 de julio, de la Virgen del Carmen, patrona de las gentes de la mar pero, quienes peinamos canas recordamos que en tal día como hoy el gallo del corral, que durante muchos meses fuera el rey de la casa, brillante, presumido y lustroso, era presentado en el centro de la mesa rodeado de patadas guisadas, todo un lujo entonces. Los marinenses que nacimos con el patronazgo de la Virgen del Puerto, seguimos sintiendo esta fecha como un día algo especial de septiembre en una época además que ya no es como antaño en que "chovía sempre", lo que amargaba un poco la festividad profana. Hoy, además, tendremos entre nosotros a un viejo amigo de esta parroquia y de Marín porque, recién salido del seminario, Don Cesáreo Canabal, estuvo allá por la mitad del pasado siglo como coadjutor en nuestra parroquia. Eran otros tiempos. Por entonces capitaneaba Don José Sáez Pichel, un ejemplo de rectitud y de caridad, y a su seriedad se le contrapuso la juventud y dinamismo de Don Cesáreo. Yo me acuerdo de ayudarle a Misa de espaldas al pueblo respondiendo latinajos que apenas entendía. "¡Que vellos somos!". Bienvenido, don Cesáreo y gracias por acompañarnos en este día tan importante.

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