Ahora lo que de veras cuenta es el "relato" que haya sobre cualquier cosa. O sea, más que los hechos y las posiciones cuenta la posibilidad de enlazarlos en una ristra con sentido narrativo. Ya no sirve la verdad, sino su apariencia (la verosimilitud). Bien, el caso es que en el relato de Sánchez sobre las relaciones con Podemos falta un capítulo. Tenemos, por un lado, el que termina con su última oferta, en el Congreso, de gobierno de coalición, no aceptada por Iglesias. En el siguiente capítulo emitido Sánchez ya plantea, como única opción, el apoyo externo a un programa (a la portuguesa) y lo que antes era aceptable deja de serlo. Una disrupción, como también se dice ahora. ¿Qué ha ocurrido en ese capítulo intermedio, que se hurta a la audiencia? La serie puede tener incluso un final feliz, pero el relato queda fallido, y si hay elecciones habrá espectadores que se vayan de la sala.
