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Olga Seco Seco.

Queridos jóvenes

Las personas descansamos sobre la cama, creyendo que somos afirmación constante de vida, y no es así. A diario, unos más y otros menos, nos jugamos la vida. Siempre que me he montado con alguien en un coche, he hecho un reconocimiento de su estado, e incluso si el conductor tenía propósito de velocidad lo he frenado. Muchos accidentes de tráfico están originados por el consumo de alcohol y drogas: una terrible combinación que deja muchos muertos; hay cosas que son suerte de la fatalidad (por supuesto) pero muchas nos las buscamos nosotros.

Qué de jóvenes pierden la vida en las carreteras, qué de familias destrozadas, qué de vivos quedan muertos... Queridos jóvenes: la felicidad que se "conquista" con el alcohol y las drogas no es felicidad. Muchos bebéis por no sentiros excluidos, por ser igual de modernos que la mayoría de vuestras colegas. ¿Habéis pensado que un coche es una máquina de matar? Creo que no, junto a la sombra de las redes sociales ,muchas veces, queda el testimonio de vuestra negligencia... ¿A qué os suena compartir una historia en Instagram poniendo el coche a 200km/h? En nuestra sociedad, queridos jóvenes, muchas hienas se nutren de vuestros cadáveres. Hace pocos días, una joven de Palma de Mallorca murió después de consumir éxtasis adulterado, seguramente el malnacido que se lo proporcionó no está sufriendo por su fallecimiento. Pero su familia sí, al igual que las familias de los jóvenes que pierden la vida en un accidente de coche. Dejadme que os diga, que a veces es mejor estar solo que mal acompañado, muchos "amigos" os llevarán por mal camino y vosotros no lo veréis. Todos hemos sido jóvenes, dicen que la experiencia es un grado. En ocasiones, hemos preferido los malos consejos de desconocidos, a los buenos de nuestras familias. Pero cuándo llegas a determinada edad, la llaman madurez, la mayoría exclamamos: qué razón tenían mis padres.

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