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Tribuna libre

Roberto Blanco Torres, otro de nuestros mártires

Entre las numerosas personalidades represaliadas y asesinadas por los franquistas, a partir del golpe de Estado de julio del 36, tenemos a Roberto Blanco Torres, excelente periodista y también escritor y poeta. El nefasto día 18 de julio se encontraba de visita familiar en casa de su esposa Julia, que era de la aldea de Amido en el municipio ourensano de A Peroxa. Econtrándose en este lugar, en el mes de septiembre fue detenido y llevado a la prisión de Ourense y luego a la cárcel habilitada en el monasterio de Celanova, de donde, en la noche del 1 al 2 de octubre, los falangistas lo sacaron para asesinarlo, junto con el joven escribiente de 28 años Rizal Villamarín Iglesias, y el ebanista de 43 Eulogio Vázquez. Los tres fueron asesinados en un lugar de la carretera denominado Corga da Videira, en el municipio de Entrimo. Un peón caminero encontró los tres cadávares en la cuneta, los que luego fueron llevados al cementerio parroquial de San Fiz de Galez, donde, después de que el forense de Bande Ildefonso Santalices les realizase la autopsia, fueron enterrados. En septiembre de 2010 los familiares quisieron recuperar sus restos, pero se encontraron con que habían desaparecido del nicho en el que habían sido depositados y no se sabe donde se encuentran, posiblemente en un osario común del cementerio.

A Blanco Torres hay que incluirlo junto con los otros nuestros grandes mártires, como Alexandre Bóveda, Ángel Casal, Arturo Noguerol, Gómez del Valle, Manuel Suárez, Martín March, Jacinto Santiago y Camilo Díaz Baliño.

Blanco Torres nació en Cuntis el 18 de marzo de 1891 y falleció (asesinado) en S. Fiz de Galez-Entrimo, el 3 de octubre de 1936. Fue un periodista y poeta gallego. Dio los primeros pasos en la poesía dentro de las denominadas vanguardias artísticas. Su obra poética es calificada por los críticos como de una grande belleza e intensidad expresiva. Otra de las facetas de este hombre de letras es la de periodista. Su trabajo en los medios impresos fue muy extenso y variado. La firma de Roberto Blanco Torres en las columnas de opinión caracterizó prácticamente una época periodística. Además de ser colaborador asiduo de la prensa gallega, dirigió varios diarios y revistas. Sus columnas desprenden el talante combativo que caracteriza toda su obra. Desde Cuntis, su villa natal, emigró a Cuba. Comprometido con su tiempo, evolucionó políticamente desde el agrarismo hasta el galleguismo. En el año de 1999 se le dedicó a su figura el Día de las Letras Galegas. Sus padres habían sido Pedro Blanco Iglesias (después llamado Pedro Blanco de Crespo), sacerdote dispensado, natural de Donramiro-Lalín, y Carmen Torres Fuentes, maestra. Roberto fue el menor de nueve hermanos. Su padre le dio una sólida cultura clásica. Siguiendo los pasos de sus hermanos mayores Segismundo y Nuño, después de la muerte de sus padres, en 1906 emigró a Cuba. Allí comenzó a colaborar en la prensa de la comunidad gallega, para lo que empleó el pseudónimo de Fray Roblanto. El trato con Antón Vilar Ponte y Ramón Cabanillas fue decisivo para su trayectoria ideológica. Publicó dos poemas de amor en gallego ("Dous toliños" y "O amor") y un artículo ("¡Intolerable!") en el semanario Follas Novas de la ciudad de la Habana en septiembre de 1907. También colaboró con Santos e Meigas, Suevia y Galicia. Durante estes años entró en contacto, también, con Waldo A. Insua, Virgilio Blanco y el maestro Chané. En 1910 apareció su primer artículo en la prensa gallega, en la revista Vida Gallega. En el mes de diciembre de 1911 dirigió la revista bilíngüe La Alborada, colaboró en La Región Gallega (1913) y desde abril de 1915 dirigió La Tierra Gallega, desde la que atacó a algunos de los administradores del Centro Gallego de la Habana, al tiempo que colaboraba en la prensa cubana, en especial en el Diario de la Marina y El Comercio. Así mismo envió artículos desde la Habana a otras publicaciones americanas (la argentina Suevia, por ejemplo) y de la Península ( Vida Gallega, La Publicidad y La Tribuna). A finales de 1916 regresó a Galicia, donde conoció al cura José Toubes Pego, uno de los fundadores de El Ideal Gallego. Se estableció en la ciudad de Coruña. Participó en las Irmandades da Fala y a comienzos de abril de 1917 publicó su primer artículo en A Nosa Terra. Participó en la Iª Asamblea Nacionalista celebrada en Lugo en diciembre de 1918. En octubre de 1920 se hizo cargo de la dirección de El Correo Gallego de Ferrol, de la que cesó en abril de 1921, y pasó a dirigir La Zarpa de Ourense hasta 1923, cuando fue redactor jefe de Galicia, Diario de Vigo. En 1926 se casó con Julia Sánchez Nóvoa y durante unos meses de 1927 fue el redactor jefe de El Pueblo Gallego. Dirigió también El Progreso de Pontevedra. En 1929 la Editorial Nós le publicó el libro Orballo da media noite, una colectanea de 31 poemas, en los que muestra el conocimento de los recursos de la poesía vanguardista y futurista, y en 1930 salió de imprenta su obra De esto y de lo otro, una antología de 38 artículos periodísticos. Participó en la creación de la Asociación de Escritores Galegos (1930). Fue miembro además del comité ejecutivo de la Federación Republicana Gallega, y en marzo de 1931 asumió la dirección del diario La República de Ourense. En este momento comenzó a desilusionarse con la actuación de su grupo político en la consecución de la autonomía para Galicia, pero aun así aceptó el cargo de gobernador civil de Palencia, que ejerció del 29 de diciembre de 1931 al 16 de junio de 1932. En febrero de 1933 se hizo cargo de la dirección de El Noroeste. En 1935 dirigió El País de Pontevedra, y desde mayo de 1936 fue el jefe del gabinete de prensa del Ministerio de Gobernación, y participó activamente en la campaña para la aprobación del Estatuto de Autonomía para Galicia. Además de todas las publicaciones citadas, textos de su autoría habían sido reproducidos por La Temporada en Mondariz, Hebe (Pontevedra), Nerio (Corcubión), Arazua (Montevideo), Boletín de la Unión Hispanoamericana Pro-Valle Miñor (Buenos Aires), Céltiga (B. Aires), Revista del Centro Gallego de Montevideo, La Voz del Agro de Chantada, Galicia (otra revista del Centro Gallego de Montevideo-Uruguay), Galicia del Centro Gallego de B. Aires, A Fouce de B. Aires, Nuevo Heraldo de A Guarda, Nós de Ourense, Galicia Industrial y Comercial de Coruña, Heraldo de Galicia de Ourense, Raza Celta (Órgano del Comité Autonomista Gallego de Montevideo) o Cultura Galega de la Habana, entre otras.

El golpe de Estado de Franco y de sus secuaces, del 18 de julio del 36, sorprendió a Blanco Torres en la aldea de Amido, en el municipio ourensano de A Peroxa, en la casa familiar de su mujer. Detenido en septiembre fue llevado a la prisión de Ourense, y el 3 de octubre de 1936 fue "paseado" por los falangistas (terrible metáfora utilizada por los fascistas) que lo asesinaron en el municipio de Entrimo. Por orden judicial, fue enterrado en una fosa común de la iglesia parroquial de S. Fiz de Galez en el término municipal de Entrimo.

Para conocer más datos de su biografía es interesante consultar las monografías que varios autores le dedicaron a nuestro mártir, de las que presentamos una pequeña lista: la de M. Seixo Pastor ( A Nosa Terra, 1998), de Clodio G. Pérez (Toxosoutos, 1998), Fotobiografía por J. L. Blanco Valdés y Fco. Fdez del Riego (Xerais de Vigo, 1999), Bibliografía por Blanco Valdés (Compostela, 1999), la de J. Durán Pérez (Galaxia de Vigo, 1999), la de J. Domínguez Alberte (Laiovento, 1999) y la de A. Rguez Guerra sobre su correspondencia inédita (Univ. de Salamanca, 2008).

Reintegracionismo

En su libro De esto y de lo otro, editado en el año 1930, con el título de "La unificación ortográfica del idioma gallego", se publica un muy interesante artículo suyo, con una profunda actualidad, pese a ser escrito hace casi noventa años. Y ello porque en 2020 se van a dedicar las Letras Galegas a Ricardo Carvalho Calero, el mayor defensor del reintegracionismo para nuestra lengua. Del artículo de Blanco Torres, bastante amplio, entresacamos los fragmentos más significativos: "Hay dos corrientes en las normas ortográficas de nuestra lengua vernácula: una la fonética, la rutinaria, influida por el predominio del castellano, y otra la que arranca de su mismo genio originario, de sus fuentes prístinas, la etimología como atributo lógico y esencial de los dialectos del latín. La ortografía etimológica es la que yo he usado en mi libro, porque es la ortografía natural de la lengua gallega, y no se comprende cómo todavía haya en esto no sólo dudas y vacilaciones, sino pareceres adversos, fundados en la rutina y en la ley del menor esfuerzo, sin base científica alguna. Es lamentable que a estas alturas sea todavía esto un problema, no por que manifiestamente se produzcan opiniones encontradas, sino porque la costumbre se ha hecho ley y a ella se aferran los que no sienten inquietudes de estética literaria más allá del trillado camino que encontraron abierto y de la gruesa corriente por la cual se dejan conducir sin esfuerzo".

A continuación, en su sorprendente y acertado artículo, comenta que en el gallego se debe utilizar la grafía portuguesa y usar la j, la g y la x cuando corresponda. Y en otro interesante apartado del artículo escribe: "En la unión de los dos reinos en el gobierno suevo Galicia era la nación dominante, y por tanto, la que llevó a Portugal su lengua, porque nunca la provincia dominante la toma de la dominada, sino al contrario. (?) Para la unificación y debido asiento ortográfico del idioma gallego, han de intervenir los escritores doctos, los capacitados filológicamente para esta tarea. No ha de ser obra simplemente del deseo y la voluntad, muy excelentes en tantas otras cosas; pero inútiles en menesteres que reclaman la intervención de la aptitud y del saber".

En su recuerdo

A pesar de ser un defensor claro del reintegracionismo, de la unidad lingüística entre gallego y portugués y del valor de la lusofonía, en 1999 la RAG le dedicó la festividad de las Letras Gallegas. Lo que fue muy importante, porque gracias a ello se reeditó su obra literaria y periodística y se escribieron y publicaron muchas e interesantes monografías dedicadas a su vida y obra.

En el año 2010, a raíz de la proclamación de la Ley de la Recuperación de la Memoria Histórica, los familiares de Blanco Torres intentaron recuperar sus restos en el cementerio de S. Fiz de Galez-Entrimo, pero, infelizmente, no los encontraron por haber sido traslados probablemente a otro nicho dentro del mismo cementerio. Sin embargo, las gestiones realizadas ayudaron a conocer detalles del asesinato y aparecieron documentos no conocidos antes. El sobrino del escritor Juan Luis Blanco Valdés llegó a comentar el desencanto que invadió a los familiares cuando el día 10 de septiembre de 2010 asistían emocionados al cementerio citado, donde se iban a exhumar los restos de Blanco Torres, que querían trasladar junto a los de su mujer Julia, fallecida en 1966, que se encuentran en el camposanto de A Peroxa. Un descanso imposible al no encontrarlos y no poder tampoco realizar un acto con recital de sus poemas con los escolares del colegio que en esta localidad lleva su nombre en su recuerdo.

Ya en septiembre de 2018 el ayuntamiento de Cuntis, la Diputación coruñesa y la Asociación de escritores/as en lengua gallega, bajo la dirección del investigador e historiador Marcos Seixo, se realizó en la villa natal del escritor y periodista mártir un "roteiro literario", para recuperar la figura prestigiosa de su hijo predilecto. El que, aun siendo bastante viajero y vivir en muchos lugares, no dejaba de visitar su villa natal de forma periódica y para pasar largas estancias con su família. El itinerario realizado finalizó delante del busto del escritor, creado por el escultor de la villa Elisardo Pego.

*Educador Social y Animador Cultural

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