Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Santiago Lago Peñas.

Pragmatismo y flexibilidad en los pactos locales

Cuando uno consigue una mayoría como la de Abel Caballero en el Concello de Vigo, el debate está zanjado. Pero la fragmentación electoral es hoy la norma en el mapa electoral y vamos a tener que acostumbrarnos a ella. Y eso pasa por capacidad y voluntad de negociación de nuestras elites políticas; pragmatismo y flexibilidad.

En este sentido, creo que buena parte de las críticas que he leído y escuchado estos días sobre numerosos pactos locales (y autonómicos) de gobernabilidad están desfasadas y corresponden a un tiempo en el que los agentes políticos eran pocos y las alianzas posibles muy limitadas.

Es verdad que, de entrada, existen combinaciones que casan mejor que otras, porque las diferencias ideológicas son menores. Pero no es razonable pensar que desde el centro, sea éste Madrid o Santiago de Compostela, se puedan decidir los gobiernos de todos los municipios de España en las que no existe mayoría absoluta con un criterio simple y general. Porque las realidades son enormemente diversas en cuanto a aritmética, afinidades (y enemistades) personales, o posicionamientos sobre cuestiones concretas de cada municipio.

Inevitablemente, los pactos deben hacerse en cada ámbito de gobierno. Es necesario descentralizar la toma de decisiones. Lo que quiere decir que algo que puede valer en el municipio A, puede no hacerlo en el B. Y no hay que echarse las manos a la cabeza. El control político de los gobiernos por la oposición y las próximas elecciones premiarán a los que acierten y castigarán a los que yerren. Menos insultos y rasgadura de vestiduras y más y mejor control político.

*Director de GEN (Universidad de Vigo)

Compartir el artículo

stats