Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Antonio Touriño

El mirador de Lobeira

Antonio Touriño

Pura esencia democrática

Los incombustibles Alberto García (PSOE) y José Luis Pérez (PP), con más de veinte años de experiencia de gobierno, han sido desalojados de las Alcaldías de Catoira y Meis en sendas "maniobras" de una oposición que se alió para apartarles del sillón al que parecían fijados, anclados para la eternidad. Por muy poco pasa lo mismo en Meaño aunque en este caso no funcionó la "treta" de MI para alejar del poder a los conservadores y Carlos Viéitez se estrenó con el bastón de mando.

Fueron las tres cocinas de O Salnés que más hirvieron desde el pasado 26 de mayo, quince días de laboratorio en los que los precipitados de los tubos de ensayo echaban humo denso, igual que hace cuatro años cuando las fuerzas de la oposición -con ideologías próximas y remotas- se unieron para desbancar a otros intocables como Luis Aragunde o Salomé Peña.

Quedan, por tanto, solo Gonzalo Durán en Vilanova y Bello Maneiro en Valga, como "presas" a batir allá por 2023, aunque tal descomposición no parece plausible a tantos años vista ni ateniéndose a los resultados de la pasada contienda electoral.

De Vilagarcía,O Grove o A Illa, como de Ribadumia, que han mantenido el tipo -e incluso lo han mejorado- nadie duda que deberán demostrar que no sucumben a la euforia del segundo mandato por lo que no defraudarán la confianza depositada en ellos por sus vecinos para que el cuatrienio conduzca al progreso que tanto necesita la comarca.

Son lecciones de Democracia que la urnas deparan en forma de "sorpresa", conejitos sacados de una chistera que en cualquier momento obligan a los más confiados a entregar el báculo a los contrincantes más combativos. Y no es un karma, sino una demostración del hartazgo de los vecinos representados en los concejales electos que son los que al final tienen la última palabra.

En política nadie es infalible, una virtud que los cristianos atribuyen al Papa. Los demás mortales, aunque algún político crea que tiene dones divinos, han de responder a la confianza. La unión de partidos, aunque solo sirva para cargarse a alcaldes, es pura esencia democrática.

Compartir el artículo

stats