Un aeropuerto como el de Vigo, cuyo Concello estuvo años atado de pies y manos por el PP, que le impidió que apoyara a aerolíneas mientras la misma formación política tenía barra libre de talonario en Santiago y A Coruña, es imposible que haya desestabilizado el sistema aeroportuario gallego, como denuncia la Xunta. Es más, en la última década ninguna terminal estuvo más desestabilizada que la de Vigo, que, con el reparto desequilibrado de subvenciones de la Xunta y el posterior veto del PP vigués, acabó perdiendo la mitad de su pasaje. De 1,4 millones en 2007 pasó a solo 678.000 en 2013.
La Xunta debería mirar hacia dentro, analizar su histórica política aeroportuaria y hacer autocrítica. El haber primado a Lavacolla sobre Peinador fue lo que desestabilizó todo. A falta de rutas en Vigo -el mayor área de Galicia- los viajeros se fueron a Oporto, no a Santiago. El Concello y la Diputación (PSOE) reaccionaron en cuanto pudieron. Con las mismas ayudas, no solo se demostró que crece Peinador, sino también Lavacolla y Alvedro. Sí. Efectivamente Peinador desestabilizó el sistema gallego... pero al alza.
