Me preguntaban ayer si Avante! y BNG se podían permitir el lujo de darle la alcaldía al Partido Popular, en el caso de que no prosperaran las negociaciones. Respondí que no se la daban ellos, si no ACE y el PSOE si tratan de imponer unas exigencias leoninas. Por lo que estaban en su derecho de no sentirse responsables. Uno no debe estar donde no se le quiere. Así que ACE y PSOE tendrán que hilar fino, saber que, al menos, tres concejales, bien de BNG, bien de Avante! son imprescindibles, que ellos solos no suman nada. En estos momentos el pacto corre por una senda suicida que haría desistir al más entusiasta. Pero ni el PP cree que la izquierda canguesa se vaya a pegar un tiro en la nuca, ni tan siquiera en un pie por culpa de no saber utilizar un revolver ya poco engrasado.