Retornó Rafael Louzán al campo de O Morrazo en un monovolumen negro de lujoso tamaño. Esta vez no venía a ver esa grada que tantos quebraderos de cabeza dio al presidente del Alondras, Luis Guimeráns. Ya no es político, ahora se dedica a la política en la Federación Galega de Fútbol, de la que es presidente. Como antaño Pablo Porta (la mayoría ya no se acordarán de él), Rafael Louzán también tiene chófer, aunque no tiene gorra de plato ni perro para pasear. Pero Rafael Louzán no pudo ver el triunfo del Alondras, aunque se supone que disfrutaría de esa grada que él quiso construir cuando era presidente de la Diputación de Pontevedra y Nardo Faro Lagoa concejal independiente que gobernaba en coalición con el PP. Lo que quedó mal fue lo de los aspersores, según me cuentan. Mojan más (a quien no deben) que los del Nou Camp cuando el Barcelona perdió con el Inter de Mouriño.
José Enrique Sotelo, pendiente de todo
Ahí está José Enrique Sotelo, líder del PP en Cangas, pendiente de loque pasa con los pactos de gobierno. Es la lista más votada. Nunca se sabe si le puede tocar gobernar por alguna incapacidad de diálogo.
