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La mujer en la obra de Eduardo Blanco Amor

Son diversos los problemas que surgen, cuando se aborda un título tan genérico, derivados por tener que delimitar la "obra" respecto al género (poesía, narrativa, teatro, ensayo, periodismo...) y la lengua ( gallego v.s. castellano). Eduardo Blanco Amor (en adelante E.B.-A.) cultiva casi todos los géneros y su trabajo como creador se prolonga unos cincuenta años (1927 a 1979).

En el año 1927 A Nosa Terra (núm. 243, de 1 de diciembre de 1927, pág. 4) era un intelectual conocido tanto en Buenos Aires como en Montevideo y desarrollaba una intensa actividad cultural vinculada con el galleguismo en su condición de miembro del grupo "Céltiga de Buenos Aires". En 1928 publicaba Romances Galegos (ed. Céltiga) del que informa A Nosa Terra (núm. 255, 1 de diciembre de 1928, pág 10), al tiempo que manifiesta su admiración por el poeta. En esa misma publicación se nos informa (núm. 243, de 1 de diciembre de 1927, pág. 4) sobre el galleguismo en Argentina y cita la conferencia impartida por E.B-A sobre "Eduardo Pondal e a poesía galega".

El prestigio del escritor era enorme y solo vamos a mencionar un hecho: fue elegido como representante de la colectividad gallega, para que pronunciase un discurso en el acto de inhumación de los restos de Castelao, el día 9 de enero de 1950. En el cementerio de la Chacarita, intervinieron el presidente del Centro Gallego, un representante del Pueblo Vasco y otro del Gobierno de la República Española, E.B.-A. y el diputado Antón Alonso Ríos. De los oradores, el que se dirige a Doña Viginia es precisamente E.B.-A., destaca su amor por Galicia ('pola nosa Patria'), pone de relieve el hecho de ser el creador de "un novo xeito de ser galego". Denuncia el manso éxodo de una raza que huía de la Tierra y finaliza con estas palabras: "E ti, Virxinia, muller tenra, forte, valerosa: muller galega. Limpa os ollos de lixos, sorrí, canta connosco anque se che rompa o corazón. Axúdanos a enterrar esta semente...".

Estos datos demuestran que su compromiso con la lengua y la cultura gallega no surge con A esmorga (1959, Buenos Aires, ed. Citania) ni es en las últimas décadas de su vida. Sin embargo, no debe ser interpretado en el sentido de que E.B.-A. considerase el idioma de Galicia como el factor esencial para la existencia de la nación o como el factor de reconstrucción nacional de su Tierra. Se sentía muy orgulloso de ser un escritor bilingüe; citaba el ejemplo de su admirado Álvaro Cunqueiro, de quien decía que era el mejor escritor en gallego y castellano.

Por razones de espacio, solo vamos a describir ciertos personajes femeninos de A esmorga (1959) y Xente ao lonxe (Vigo, 1972, ed. Galaxia). De la Esmorga presumía porque era el primer relato de la literatura gallega, en el que incorporaba los registros coloquiales e incluso vulgares y de Xente ao lonxe se sentía orgulloso, por ser la primera novela 'larga', elaborada con una técnica nunca utilizada antes por un escritor gallego.

"A esmorga"

Según nos comentó personalmente José Bieito Abraira Feijó, integrante de varios movimientos y actividades del nacionalismo gallego en Buenos Aires, la escribió, después de haber sido convencido por la colectividad gallega, para que escribiese una novela de cierta extensión.

Un personaje de mujer constituye el nudo fundamental de esta tragedia itinerante. La mujer va unida al título de la obra, porque en opinión del Bocas : "E foi nesas, e cóntoo pola importancia que dimpois tivo o caso, cando o Bocas se puxo a falar (...) decíndolle, con moito agarimo,'que non se ía de valeiro, que non había romate de esmorga sen muller". La mujer es víctima y al mismo tiempo sujeto activo y pasivo de la acción de la tragedia: la Socorrito, de la que se reían "os señoritos", y que al final ocasiona la muerte de "dous esmorgantes". Por informaciones facilitadas por Manuel de Castro 'Chaviña' y Arturo Baltar, la Socorrito tuvo una existencia real.

Podemos establecer, desde nuestra óptica, cuatro perfiles de mujer: 1) Las mujeres opacas, pasivas, que existen solo por las referencias del narrador y muy directamente relacionadas con el protagonista: A Raxada, a Mai; 2) Las mujeres claras, activas, agentes que ocupan un importante número de páginas y que se nos presentan con realismo: las prostitutas. Algunos de sus nombres son: a Nonó, a Monfortina, a Cupatrás, a Piolla, Lola a Viguesa, a Zorrita, a Cansentado y a Costilleta; 3) La mujer ficción, la mujer objeto de un 'señorito': la mujer-muñeca. No tiene un nombre determinado, es simplemente "unha muller, a muller" que recibe toda la furia del Bocas, detrozada cuando pone su tacón en su cabeza; 4) La mujer-demente, la tonta de la ciudad, un tipo de mujer de algunas villas y aldeas de Galicia: a Socorrito, 'a tola'.

Por testimonios de Luís Taboada Camoeiras, maestro y militante del Partido Galeguista, sabemos de la existencia real de a Nonó, prostituta que cuidaba de su madre y había sido asesinada por "un home vestido de azul" en los años de la guerra 1936-1939. También tuvo existencia real a Zorrita; por datos de Arturo Baltar sabemos que todavía vivía en el año 1959, momento en que tendría unos 80 años.

Xente ao lonxe

Es una novela "realista" que reproduce "os contos da xente". Recoge una historia de cierta extensión, una historia de unos quince o veinte años: el proceso de transformación de o Suso, primero en adolescente y luego en hombre, ya que "un home non era home, ou non se sentía por moito que fora de seu, sin comprobar cunha muller embaixo de si e ao seu dispor". El momento de la historia podemos averiguarlo por hechos como la existencia del Partido Socialista y porque los socialistas contaban con un diputado en Madrid, hecho que no sucede hasta el año 1910. Es una época de reivindicaciones regionalistas y sociales.

La acumulación de personajes constituye una característica singular. De un modo muy sencillo podemos distinguir cuatro figuras de mujer: 1) La señora Andrea, un personaje redondo, presentada con un pasado misterioso. 2) La hermana Evanxelina, rebelde ante esa sociedad "nivelada polo raseiro da murmuración", vicio principal de la villa. 3) A mai; 4) Las otras mujeres, con dos subgrupos :"as mulleriñas" y las "churrianas do barrio".

Las mulleriñas las describe así: "aquelas probes mulleriñas solteiras, arrimadas, casadas con doentes, con borrachos, viuvas dos ausentes, de mortos ou de presos, que sacaban os fillos adiante como podían, de mandadeiras de a diario ou en certos días da semán (...) Malpocadas, e como algunhas xa ían vellas e non podían ser bulradas de outro xeito, acaloñábanse de meigas, atal a tia Cachona, que andaría xa nos coarenta".Y a las "churrianas do barrio", las que obligatoriamente llevan 'a cartilla', el documento que había que tener para ejercer la prostitución: "o Hospital Modelo (...), que era só pra mulleres (...) e somentes ían ao reconocimiento as churrianas do barrio', que tiñan que ir por obriga que senón quitábanlles a 'cartilla' por dous meses e de segundas tirábanlla sempre (...) que foi nesa conversa da señora Castora coa Evanxelina, cando me decatei que non falaba da cartilla da escola sinón doutra, que había que ter para o oficio de puta".

Entre los personajes femeninos más individualizados aparecen a Severa, la madre de Suso; a Cachona "botadora de cartas"; a Castora "amiga de esplicar"; a Lucía do Quirino, costurera de lujo que, aunque su padre era de la adoración nocturna, llevaba la bandera del gremio de los canteros; doña Monserrate, pechugona trabajadora, de hablar bajo sin los gritos de las "lerchas", marginada por las otras mujeres. De todos estos perfiles de mujer hay dos que dominan la historia y ocupan un lugar relevante en la trama. Son claros ejemplos de mujeres que se rebelan (e incluso pueden vencer circunstancialmente) a dos poderes básicos de la sociedad patriarcal: la Justicia y la Iglesia. Se trata de la señora Andrea y Evanxelina; la señora Andrea está lejos de ser un personaje de folletín y Evanxelina (un clarísimo ejemplo de mujer que reivindica los derechos de las mujeres) actúa como líder del movimiento obrero.

La actuación de la señora Andrea, en las últimas páginas del texto, constituye un modelo claro de rebelión de los personajes humildes, pero dotados de extraordinarias virtudes. Esta mujer sabe defender al "probe Aser Rodríguez" y consigue una victoria sobre los representantes de la Justicia, cuestionados y criticados en varias páginas de la novela. La descripción de Evanxelina es magistral: una mujer con ideas y criterios personales que se rebela cuando la hacen callar, no es fea, pero sí algo "túzara", piernas bien formadas, el caminar fuerte y con muchas amigas. La expulsan de las Carmelitas y desde muy joven se integra en la Juventud Socialista. En su casa, cose y hace vestidos, no quiere ser mandada y responde con fuerza ante cualquier intento de acoso sexual, mujer independiente y con una fuerte personalidad que contrasta con el tipo de mujer de la época.

En conclusión, el grupo nominal 'mulleres da vida' no tiene ninguna connotación negativa. Denota mujeres que conocen la VIDA, viven la vida 'verdadera', 'real', 'auténtica' en contraposición a las "mulleres da morte", hipócritas, fingidoras, ociosas, murmuradoras, presumidas y cursis.

No debe ser casual que en estas dos obras se hagan referencias a las costureras. Un trabajo típico de la mujer, supone un cierto poder que le permite, por ejemplo a Evanxelina, vivir independiente.

(*) Catedrática de Universidad

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