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Antonio Touriño

El mirador de Lobeira

Antonio Touriño

Los vientos que impulsaron a Varela

El viento sopla a favor de Alberto Varela quien como velero bergantín, que diría Espronceda, puede manejar el timón de Vilagarcía en un mar muy calmo, una singladura que debería servir para que se cumpla un ambicioso programa que en definitiva fue el que convenció a los vilagarcianos a la hora de depositar en su equipo la confianza de la mayoría absoluta conquistada el domingo.

Pero ese Eolo que impulsó el bajel se alimentó de los errores cometidos por sus rivales en una cruenta batalla naval en la que los contendientes recibieron el castigo por haber dado paladas a las olas en vez de remar al unísono cuando Vilagarcía lo requería.

Hubo muchos errores en estos últimos cuatro años que han beneficiado a un equipo que fue capaz de gobernar capeando temporales pues supo negociar con la izquierda en momentos puntuales o aprovechó a sus díscolos en caso necesario, sin renunciar a acuerdos con la derecha como el sutil Pacto de Ciudad que se planteó a principios de aquel primer mandato en minoría.

La estrategia implicó la conquista final del domingo pues en ese tiempo el PP intentó una recomposición imposible con un Alfonso Gallego sin tablas en la política municipal y el apartamiento del equipo que se encomendó a Elena Suárez.

La desunión de la izquierda también dio alas a los socialistas, pues las maniobras de o contra Alves terminaron pasando factura a una "marea" que también sufrió los coletazos de la división nacional, sin olvidar los contínuos palos en las ruedas que les deberían obligar a una profunda reflexión.

El camarote del BNG también se reduce a la mínima expresión, más por la inacción que por falta de talante, aunque Lucía César Veloso ha sabido mantener el tipo pese a que la suerte no le acompañó.

Pero todos estos factores es difícil que se vuelvan a repetir. Varela está obligado a cumplir su ambicioso programa, desgranado durante quince días parroquia a parroquia, sin caer en la soberbia de los espectaculares resultados conseguidos en el desafío electoral.

Toca cumplir desde el minuto cero. Vilagarcía no puede volver a la inercia de un velero bergantín. Necesita que Varela ponga en marcha también el motor.

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