Tras casi tres décadas desde su puesta en marcha por el entonces edil de cultura Julio Bértolo, recientemente fallecido, continúa convocándose por el "Día das Letras Galegas" el premio literario "Concello de Marín", alternando prosa, en lo que es relato corto, y poesía, año por año. El premio es de mil euros nada despreciables pero la convocatoria adolece de deficiencias que no se subsanan para mejorar, entre otras cosas la participación y así, este año, se han presentado tan solo tres trabajos y habría que abrir las plicas para saber si no serán más de uno, del mismo autor o autora. Es encomiable la decisión municipal de mantener este certamen y, todos los gobiernos que hubo desde su inicio, han sabido seguir el mismo camino pero es hora ya de dar un salto de calidad para que el concurso sirva de algo y dé el prestigio que merece su motivo. Una convocatoria mucho más abierta para que los hipotéticos participantes se enteren de ella es algo elemental. Hacerlo por redes sociales de manera prácticamente única no es efectivo y así se ha demostrado este año, y hay que establecer alguna norma para que, como ocurre en otros certámenes similares, no sea la misma persona la que gane una y otra vez. Y finalmente es preciso publicar los trabajos premiados como ya se hizo con una primera parte o, de lo contrario, es literatura muerta. Ya sé que en eso se está, pero "muerta" no sirve para nada.