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desde mi atalaya

Manuel Torres

La hora de votar

Los marinenses estamos a tres días de poder ejercer nuestro derecho, en unas nuevas elecciones, en este caso municipales. Por lo que ahora toca votar, y después de más de quince días escuchando y leyendo los programas de los siete partidos que concurren a estos comicios, siete; a decir verdad, sus programas y sus propuestas, nos parecen insuficientes y no cubren las necesidades que nuestra villa tiene en estos momentos, y por lo tanto no solucionan nuestros problemas. Más bien son una exposición de intenciones, muchas indefinidas, que, a nuestro entender, no tratan los principales problemas.

Marín, lo dicen todos los partidos, y es una realidad, viene perdiendo población en el último lustro, y es urgente y necesario atajarlo, o poner los medios para atajarlo cuanto antes. Marín no tiene solares para edificar, y lo poco que se edifica se hace tirando abajo una vieja edificación. Los pisos y alquileres son caros, en muchos casos superiores a los de la capital.

Es necesario abrir nuevos terrenos, urbanizar otras zonas, para poder ofrecer solares y más baratos. Nosotros entendemos que el crecimiento debe ser hacia San Julián, por Viñas Blancas, enlazando las calles Jaime Janer, Ezequiel Massoni y República Argentina en una gran rotonda para enlazar ésta con la carretera de circunvalación por Bravos, y ésta llevarla hasta el alto de la Portela, a enlazar con la que viene de Rande.

Es necesario diversificar nuestra economía por lo que debemos potenciar el turismo, para lo que hay que aprobar un Plan de Playas que ordene toda la franja litoral, y así permita desarrollar la zona y atraer al turismo, sin olvidar que es imprescindible una zona industrial para acompañar el tirón del puerto. Hay que abrir Marín al mar, llevan diciéndolo varias legislaturas, pero nadie explica cómo, pues la solución es sencilla. Y hay que insistir en la asignación de los terrenos portuarios a nuestro municipio, vital y básico para nuestro futuro.

Resumiendo, no vemos propuestas que vayan en la dirección de una etapa de desarrollo y progreso que necesitamos, pues estamos quedándonos atrás.

Por otro lado no vemos innovaciones, es más de lo mismo, es decir de lo que ya tenemos. Por lo que ahora toca avaluar la actuación de la corporación, y votar en consecuencia, porque no vemos ese empuje, capacidad y entrega que serían necesarios para planificar el Marín que necesitamos, el Marín del futuro.

La actuación municipal en estos años es de una buena gestión, sino extraordinaria, al menos consiguió mejorar palpablemente la vida de los marinenses, se aprobó el PXOU, el Centro de Salud, se modernizó y humanizó el casco urbano, saneamientos, agua, etc. Y se atendió a las parroquias y al rural, tradicionalmente abandonadas. Se impuso orden y seriedad y se saneó la economía, bases fundamentales para una buena gestión, por lo que podemos calificar la legislatura de buena o muy aceptable. Marín está mejor que antes, desde luego.

Por otra parte cambiar nuestro voto, solo por cambiar, no parece lo más acertado, no suelen ser experimentos que triunfen, más bien fracasan, porque cambiar de color y no de ideales o principios, no parece coherente. Por lo que es el momento de reflexionar y pensar en lo mejor para Marín, es la hora de la verdad, es la hora de votar, porque Marín es lo que importa, y nuestro voto es decisivo para conseguir el progreso y desarrollo que Marín necesita y clama a voces, para crecer y recuperar el tiempo perdido.

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