O PARAFERNALIA
Hoy es día de Comuniones en la mayoría de las parroquias católicas que reparten a sus niños en las sucesivas ceremonias de semana en semana. En la mayoría de los casos, los niños han sido preparados en las catequesis para darles en mayor conocimiento y significado de esta su primera Eucaristía y, en muchas familias, se hace un esfuerzo para intentar que los niños comprendan y vivan esa experiencia con adecuado conocimiento. Lamentablemente no es así en todos los casos y, de unos años para acá, también se da el "desmadre padre", como diría un buen amigo, dando mucha más importancia y bombo a la ceremonia "civil" que a la propiamente religiosa que a mi juicio, de alguna manera, debería volver un poco a sus orígenes. Grandes regalos, comilonas y otras parafernalias, ocultan en muchos casos lo que es el Sacramento al que los pequeños se enfrentan y, en teoría, les colocan en la mayoría de edad religiosa. Se da la circunstancia muy frecuente de que la primera comunión es la última con lo que queda demostrado que no se entiende nada de lo que en días como hoy, se hace. Los muy mayores añoramos aquella Primera Comunión ilusionada por su sencillez y realidad; el chocolate con churros que compartíamos con los demás niños al término de la ceremonia y las monedas que acumulábamos al recibirlas de familiares y amigos al darles la estampita de recuerdo. Era "otra cosa".
26-M
