Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Tribuna libre

Curros Enríquez, el poeta cívico de Celanova

El mes de mayo siempre nos trae mucha nostalgia, porque es el mes de la fiesta del trabajo y los trabajadores, de la cultura popular, de la fiesta de los "Maios" (la más hermosa del ciclo anual), de la semana de las "Letras Galegas" y hasta de la libertad de prensa, hoy bastante amenazada. Dentro de la serie que estamos dedicando a las grandes personalidades ourensanas, en los campos de la literatura, el arte, la educación, la ciencia, la historia y la acción social, consideramos que el escritor Curros Enríquez (1851-1908), un poeta cívico por excelencia, nacido en la villa de San Rosendo, es la figura más idónea para conmemorar todas y cada una de las efemérides propias del mes de mayo. Y además de sus poemarios, entre los que destaca Aires da miña terra, siempre nos viene a la memoria su hermoso poema "Para min non hai maio / para min sempre é inverno!(...)/ Cantademe un maio / sen bruxas nen demos;/ un maio sen segas,/ sen quintas, nen portas,/ nen foros nen cregos(...)".

Manuel Curros Enríquez nació en Celanova el 15 de septiembre de 1851, y falleció en La Habana (Cuba) el 7 de febrero de 1908, hace ahora 111 años. Junto con Eduardo Pondal y Rosalía de Castro es uno de los principales representantes del renacimiento de la literatura gallega. Su obra destaca por el profundo contenido social y progresista. Nacido en la casa número 14 de la calle de San Roque de Celanova, era hijo del escribano José M.ª de Curros Vázquez, natural de Santiso-Melide, y de Petra Enríquez, vecina de Vilanova das Infantas. En1873, al mismo tiempo que se proclamaba la primera república en nuestro país, se casó con Modesta Luisa Polonia Vázquez Rodríguez, que era natural de Puebla de Sanabria. De niño asistió en su villa natal, para realizar sus estudios primarios, a la escuela del maestro Manuel Rebollo, y cuando estuvo preparado tuvo que ayudar a su padre como escribiente. Con el que no tuvo muy buenas relaciones, a pesar de ser el progenitor una persona de ideas progresistas, actuando políticamente de acuerdo con ellas. Las relaciones entre ambos, sin ser buenas, tampoco fueron conflictivas. Siendo muy joven, en 1885, se fue para Madrid, viviendo en la casa de su hermano Ricardo. En la capital estudió la enseñanza secundaria e hizo el bachillerato, y comenzó la carrera de Derecho. Allí ingresó de escribiente en el ayuntamiento de Madrid y se integró en varios círculos literarios, con el propósito de hacer carrera en las letras.

En 1868 participó en la famosa revolución, llamada "La Gloriosa", ya dentro de la masonería, a la que pertenecía desde la logia "Auria de Ourense", donde cultivó una ideología republicana progresista, demostrada de forma reiterada en sus poemas, como "A chegada do tren a Ourense", y en muchos artículos periodísticos. Entre diciembre de 1875 y febrero de 1876 escribió Cartas del Norte, crónicas de la tercera guerra carlista, publicadas siendo corresponsal del periódico El Imparcial. En esta tarea fue sustituido por Fauró, otro corresponsal de la publicación, al ser Curros herido de bala por un ayudante del brigada Mariné, con el que compartía habitación. En el año 1877 gana en Ourense un certamen poético, con el poema "A Virxen do Cristal". Esta victoria lo determinó como un poeta gallego laico. Curros se estableció en la ciudad de Ourense y trabajó en la Intervención de la Administración Económica. En 1880 publicó el libro Aires da miña terra. Obra en la que provocó que el reaccionario obispo de Ourense, Cesáreo Rodrigo Rodríguez, denunciara al escritor por atacar la religión, publicando un edicto condenando el libro de Curros por considerar que contenía proposiciones heréticas, blasfemas y escandalosas. Lo que provocó que el juzgado ordenase el secuestro de los ejemplares del libro en poder del editor, y los moldes fueron destruidos, y Curros fue procesado por delito contra el libre ejercicio de los cultos. Fue condenado en Ourense a dos años, cuatro meses y un día de cárcel, aunque más tarde fue absuelto en Coruña. Y esto, a pesar de ser muy bien defendido por el jurista ourensano Juan Manuel Paz Nóvoa (1839-1895). Su defensa en el recurso de apelación ante la Audiencia de la ciudad herculina, la realizó el ilustre jurista y político Luciano Puga Blanco (1842-1899), también natural de la comarca de Celanova. La vista de apelación se celebró el 4 y 5 de marzo de 1881 y Luciano Puga ganó el recurso, consiguiendo que Curros fuese absuelto, dictándose sentencia absolutoria por la Audiencia coruñesa el 11 de marzo. Por el éxito de la defensa, Curros le dedicó a la hija de su abogado M.ª de la Concepción, el poema "Adeus Mariquiña", poema que en realidad se titula "A Mariquiña Puga. Despedida", y que escribió con ocasión de que la hija del jurista se fuese para Cuba. Se trata de la famosa balada a la que el maestro compostelano José Castro González ( "Chané") le puso música: "Como ti vas pra lonxe, e eu vou pra vello, un adeus, Mariquiña, mandar che quero".

Perdido el puesto de trabajo que tenía en Ourense, Curros vuelve para Madrid e ingresa en la redacción del diario republicano El Porvenir. En el año 1894 decide emigrar para América. En La Habana dirige un diario, La Tierra Gallega, y cuando se suspendió su publicación ingresó en la redacción de El diario de las Familias, y después en el Diario de la Marina. Acogido con gran entusiasmo a su llegada, terminó por enfadarse con muchos de sus paisanos. En 1904 viajó a la ciudad de Coruña, donde fue homenajeado por los galleguistas y regionalistas. De vuelta a La Habana, retoma sus actividades en el Diario de la Marina, al tiempo que colabora con la revista Galicia, propiedad de Vicente López Veiga. Entre 1894 y 1896 colaboró con sus artículos en la revista literaria brasileño-portuguesa A Leitura, publicada en Lisboa y Río de Janeiro. Después de su fallecimiento sus restos mortales fueron embarcados para Galicia, donde recibió grandes honores. Y se hallan sepultados en el cementerio coruñés de San Amaro. Entre 1928 y 1934, el escultor de Cambados Francisco Asorey, realizó la estatua dedicada a nuestro escritor, para el hermoso monumento levantado en su memoria y que se encuentra situado en el Paseo de las Palmeras, en la ciudad herculina, frente al hotel Atlántico. En su villa natal, cerca del monasterio, existe un busto suyo. Entre otros de nuestra comunidad, llevan su nombre tres colegios públicos de educación infantil y primaria, el de la villa donde nació, otro en la ciudad de Coruña y uno de los más antiguos de la ciudad de Ourense, en la calle Sáenz Díez, con un pequeño monumento. En la denominada "Casa dos Poetas" de Celanova, donde vivió Curros, tiene su sede la Fundación Curros Enríquez, muy dinámica, y desde la que se promueve el recuerdo de su vida y obra.

Para documentarse bien sobre la vida y obra de Curros es muy interesante la monografía escrita en su día por Alberto Vilanova, publicada en 1953 por la editorial Galicia de Buenos Aires, bajo el título de Vida y obra de Manuel Curros Enríquez. En el mismo año y por la misma editorial argentina, escrita en gallego por Luis Carré Alvarellos, se publicó otro titulada Manuel Curros. Sua vida e sua obra. Ya en 1980 Carlos Casares publicó otra monografía dedicada a Curros en la editorial Galaxia de Vigo. Es necesario recordar también que en 1989 se abrió el primer centro masónico creado en Galicia, con la denominación de "Renascimento 15 Curros Enríquez". Antes, en 1967, se le dedicó a Curros Enríquez el Día das Letras Galegas.

Dentro de sus múltiples obras, destacan especialmente las que llevan por título Cartas del Norte (1875-1876), A Virxen do Cristal (1877), Aires da miña terra (1880) y O divino sainete (1888). En 1979 la editorial Aguilar de Madrid publicó en un volumen su Obra completa.

Poesía social

Especialmente su obra Aires da miña terra consagró a Curros como un auténtico poeta civil. En ella realiza diversas denuncias sociales a favor de las clases sociales menos favorecidas, y exalta también nuestra cultura. En su obra podemos destacar tres tipos de poesía: en primer lugar la costumbrista, con poemas populares y muy próximos al pueblo; en segundo lugar la intimista, con temas sentimentales y de temática familiar e introspectiva; y en tercero y último lugar, la poesía cívica, dividida en dos modelos, la que refleja su ideología y donde trata abiertamente sus ideales de libertad y progreso, y la poesía agraria, en la que trata de las injusticias cometidas contra los campesinos y trabajadores del campo.

Respecto a su pensamiento político, este es muy peculiar porque con el tiempo fue evolucionando pasando por diversas y diferentes fases. Al principio defendió el republicanismo y el federalismo, pero con Pi i Margall se desencantó y acabó abrazando el galleguismo y el regionalismo, demostrando un fuerte amor a su tierra gallega natal.

Junto con Rosalía de Castro y Eduardo Pondal, Curros es reconocido como uno de los escritores más importantes en el renacimiento de la literatura gallega de finales del siglo XIX, después de haber pasado por lo que se conoce como "Séculos Escuros", debido a la imposición del castellano, de empleo obligatorio en los documentos oficiales, en la iglesia y en la escuela, tal como se volvió a repetir durante los cuarenta años del franquismo. Con los tres escritores citados y algunos otros aparece por fin la literatura culta escrita en gallego, y en el caso de Curros podemos observar en su obra su aproximación sentimental a los considerados derrotados y vencidos, a los parias, los pobres y los emigrantes. Demostrando deseos de fraternidad universal que sobrepasan los meros recursos literarios. Identificamos en sus libros nítidamente un compromiso con su amor a Galicia y su tierra y un compromiso ideológico básico que determina incluso su conducta social. Defiende además el idioma gallego y rechaza las afirmaciones castellanas de que se trataría de un dialecto agrario y rústico. Igual que Cervantes, defiende que los grandes poetas antiguos siempre escribieron en sus lenguas maternas. Afirma que el pueblo gallego es luchador y tiene fe en un mundo mejor, no solo para la cultura, sino también para los temas generales. Entre sus poemas destacan aquellos en los que resalta la música y la gaita de foles, típica de su tierra, la fiesta de los mayos y el reaccionarismo de la iglesia católica del momento.

(*) Educador Social y Animador Cultural.

Compartir el artículo

stats