Pues sí, es verdad. Yo estaba acostumbrado a los cuadros de pequeño o medio formato de Eduardo Ortún, pero en la exposición que con el escultor Armando Martínez tiene estos días en la sala del Círculo de Empresarios (G. Barbón, 62) hay uno que rompe sus costumbres pictóricas en cuanto a tamaño. Hay una treintena de lienzos de paisajes idílicos o fantásticos pero entre ellos destaca un cuadro de 3x2 metros, con la Sierra Cantabria de fondo, con un escenario de viñedos que deja patente su origen riojano, aunque como ingeniero naval su vida haya tenido un trasfondo internacional. Digo que en su pintura hay pueblos idílicos con cielos fantásticos porque su pintura es difícilmente clasificable, aunque él defina algunos de sus cuadros como paraísos perdidos, mundos sin sombras, paisajes con poesía. Lo que es indiscutible es su brillante colorismo, fuera de toda regla: son pinturas en las que bulle su imaginación, con un degradado de colores muy conseguido. A algún amigo le oí decir que estos lienzos deberían usarse como terapia antidepresiva. Yo no tengo por ahora depresiones pero escribo cada día con uno suyo ante mi mesa y me hace el efecto de un masaje relajante tailandés.

¡Qué Airiños los del Mar de Teis!

Sin gente como ellos, que recogen los cantos de nuestra memoria, nuestra tradición coral ya no existiría. Hablo de Airiños do Mar de Teis, y con alegría porque ya tenemos su primer CD. Pronto traeremos aquí una foto de ellos pero hoy nos contentamos con dar aliento a los componentes de este grupo, orgullo vigués que, según nos recordó el poeta, maestro, cantante y escritor Baldomero Iglesias "Mero" ("Fuxan os Ventos", "A Quenlla") recuperaron el nombre de aquella antigua coral, luego orfeón, nacido en 1926. Sabemos que tuvieron incorporaciones y bajas desde que se fundaron en 2013 pero ahora son 15 personas unidas, como dice Mero, por el amor a la música, sobre todo cuando se hace canción. Yo los oí en el festival de San Roque de 2017 y puedo dar fe como Mero aunque con menos autoridad que él, de que son grandes valedores de la canción tradicional gallega, la más nuestra, aunque mezclen instrumentos y ritmos diversos. ¡Y ya tenemos su primer CD!