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Empresas europeas

No sé si a Vds. les pasa como a mí, tengo una alta estima por Europa, por lo que significa y por cómo ha organizado la sociedad europea desde la segunda guerra mundial, es decir los últimos setenta años, donde los europeos hemos podido vivir en el período más largo que se recuerda en paz y sin guerras, pero además con una progresión económica notable, la creación de una potente clase media y el acceso por parte de la población y de las empresas en general a infraestructuras tecnológicas, de comunicación, educativas, sanitarias y un largo etc.

Nadie podrá discutir que un ciudadano español, independientemente de sus ingresos accede libremente a unos recursos públicos de alta calidad y de gran capacidad de respuesta. Pensemos que esto ocurre en Europa, pero no en la mayoría de los países del mundo, donde sus ciudadanos no pueden disfrutar de servicios públicos como escuelas, hospitales o carreteras como los españoles y el resto de los europeos.

Carecemos de implicación con los asuntos europeos, no hace falta mas que mirar cualquier periódico, ver la televisión o escuchar la radio, que, salvo contadas ocasiones de importantes conflictos, carecemos absolutamente de información sobre Europa y los asuntos que nos atañen a todos. Nos cuesta trabajo recordar por ejemplo qué comisarios europeos de origen español están en la Comisión, también nos cuesta trabajo identificar a los representantes que elegimos miembros del Parlamento Europeo. Además, casi nadie es capaz de decir que leyes y directivas comunitarias se están discutiendo en Europa y creo que es fácil encontrar a ciudadanos españoles que no puedan asegurar sin dudarlo qué ciudad es la capital de la Unión Europa.

Lo curioso es que las leyes y directivas que emanan del Parlamento Europeo se aplican en los países miembros que tienen que adaptar sus legislaciones a ellas, además en términos financieros y económicos la dirección de la Unión Europea es determinante, debido a que el Banco Central Europeo y las autoridades financieras mantienen un férreo control de las economías de los estados miembros. Hay mucho por hacer principalmente en aspectos clave como la armonización fiscal, pero no cabe duda de que la vigilancia presupuestaria y la facilidad de acceso a medios financieros muy significativos, sería imposible sin Europa. La libre circulación de bienes, servicios, capitales y personas son esenciales para el futuro de nuestras empresas.

*Economista

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