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José Manuel Ponte

Lo que se oye por la radio

La distancia entre las declaraciones triunfalistas y la realidad del fracaso del levantamiento opositor

Los que vivimos lejos de donde se desarrollan los acontecimientos hemos de valernos, para seguirlos, de los medios que a priori estimamos como más fiables, o menos mendaces. A sabiendas de la conocida frase atribuida al senador norteamericano Hiram Johnson en 1917: "La primera víctima de una guerra es la verdad ". Una reflexión válida sobre la Primera Guerra Mundial que ratificó Winston Churchill durante la Segunda: "La verdad es tan preciosa que habría que dotarla de un guardaespaldas para protegerla".

Digo lo que antecede porque he tratado de informarme sobre los sucesos de Venezuela saltando de una emisora de radio a la otra y entre col y col recurriendo a los datos que difunden las grandes agencias de prensa por internet. Lo cierto es que las primeras noticias no contribuyeron a aclarar el panorama. Según pude oír se estaba produciendo un amplio movimiento popular contra el gobierno de Nicolás Maduro apoyado por una parte importante del ejército. Y para confirmar esa inicial impresión se dejaron ver en los medios el dirigente opositor Leopoldo López y el autoproclamado presidente Juan Guaidó, los dos muy sonrientes y optimistas lanzando mensajes triunfales sobre el resultado final de la aventura. El primero de ellos acababa de ser liberado del arresto domiciliario en que se encontraba tras ser juzgado sobre su participación en los disturbios callejeros de 2014 y 2017 que se saldaron respectivamente con la muerte de 43 y 131 personas y numerosísimos heridos.

El tono firme de la voz de ambos conjurados y el hecho de que dijesen hablar al pueblo desde el interior de una importante base militar nos hizo creer a los escuchantes que el fin de la etapa de gobierno de Maduro estaba llegando a su fin y que solo restaba hacer votos porque no corriera la sangre de inocentes ciudadanos. Y la misma impresión se difundió desde la mayor parte de las emisoras de radio y cadenas de televisión que celebraron por anticipado el fin de la dictadura chavista. Hasta el punto de que los miembros de la colonia venezolana en España se lanzaron a la calle para festejar el acontecimiento agitando banderas y lanzando al aire cánticos patrióticos.

De vuelta a casa tuve ocasión de ver una de esa alegres manifestaciones delante de la Casa Consistorial. Pero la sorpresa se dio poco después. Al parecer, el señor López tras un intento de solicitar asilo político para él y su familia en la embajada de Chile habría optado por hacer lo mismo en la embajada española (con la intención seguramente de involucrar en el juego a la Unión Europea). Y lo mismo acababan de hacer ante la embajada de Brasil 25 militares que habrían apoyado la asonada. Pero la confirmación mas explícita (y algo cómica) del fracaso la dio el Secretario de Estado norteamericano y exdirector de la CIA, Mike Pompeo, al asegurar que Maduro ya estaba a bordo de un avión para huir del país cuando le ordenaron que permaneciese en el cargo los rusos y los cubanos que son los que en realidad mandan en Venezuela. Los intentos, patrocinados por Estados Unidos, para librarse del chavismo se remontan a 2002. Mediante un golpe militar o con un bloqueo económico asfixiante. Hasta que lo logren.

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