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El poder de los símbolos en la cultura

El sistema de símbolos es una de las formas más antiguas de expresión y comunicación. El símbolo de Notre Dame, como el de las iglesias románicas de Vigo, salvando distancias, forman parte del universo imaginario que se desplaza del pasado hacia el futuro, no como un archivador de memoria sino como un horizonte de ideales. No hay nada tan cercano al ser humano como el símbolo, cuya palabra griega de "unión" confirma el recuerdo en la distancia, la unidad con el pasado y su reconocimiento en la posteridad. Por eso el símbolo urbano es una pieza de unión, que no es alegórica como el signo, sino que es un elemento de transmisión que vincula la importancia emblemática de un sistema y su contenido.

Victor Hugo ayudó a impulsar la escuela del simbolismo con las miserias y misterios del mundo en su obra "Notre Dame de Paris". Es posible que el acontecimiento trágico de este incendio reintroduzca simbolismos culturales adaptados al equilibrio político europeo, otros de fugaz consumo y otros de regresión ideológica a tiempos primitivos guiados por la nostalgia mística. La reconstrucción física y los cambios estéticos de este símbolo cultural va a generar la renovación de gran parte del sistema de símbolos de la sociedad europea. La posesión de la influencia de los símbolos no siempre garantiza la posesión del poder político, ya que para que un símbolo funcione necesita consenso y mientras esto no suceda provocará la reacción contraria. El símbolo de la Tour Eiffel, como las esculturas del Rapto de Europa en Samil o Porta do Atlántico en Travesas, interpretan con sus distancias el reconocimiento de futuro con que han sido creadas. Estas dos marcas de París y Vigo no son efímeros símbolos políticos, ni religiosos. No son ni de izquierdas ni de derechas, no tienen ese contenido. Son marcos culturales de la memoria como presente histórico.

Las ciudades necesitan del simbolismo como proyección de valores al mundo, además de su valioso aporte identitario. Una ciudad sin símbolos produce una ruptura con los testimonios históricos y fragmentación del conocimiento. La imagen de los símbolos urbanos de la ciudad de Vigo son una parte muy importante de su cultura, porque la identifican y la definen; aunque todavía echemos de menos el gran símbolo del potencial de su futuro, que explique la marca-ciudad de forma comprensible, en el que más pronto que tarde veremos a todos y todas empujar en la misma dirección.

*Miembro del Instituto de Estudios Vigueses

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