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Coche eléctrico

Hasta hace muy pocos años las ventas de vehículos eléctricos eran prácticamente nulas; no obstante, el futuro es prometedor, si tomamos como referencia lo ocurrido en el 2018, en el que aparecieron en el mercado unos cien nuevos modelos de vehículos eléctricos y se consiguieron vender a nivel mundial del orden de los dos millones de vehículos de este tipo y en muchos mercados nacionales los crecimientos han superado el 50% anual. La transición ha comenzado, pero no se ve reflejado en las cuentas de resultados de los fabricantes de automóviles ya que los costes de diseño y estructuras fijas necesarias para la sustitución productiva no está permitiendo obtener economías de escalas necesarias para producir beneficios y sobre todo los costes de las baterías está penalizando de forma determinante los costes de los vehículos, por tanto, el momento es crítico para la industria. Las previsiones son que los beneficios aparecerán en la medida que la reducción esperada de los precios de la batería se produzca de forma clara y determinante.

Las limitaciones que empiezan aparecer para el uso de vehículos diésel y gasolina unida a incentivos para el uso de los vehículos eléctricos, así como un claro incremento de la conciencia medioambiental de los usuarios de vehículos impulsaran de forma significativa el uso de los vehículos eléctricos y por tanto la sustitución del parque movil será un hecho en los próximos años, por tanto Galicia como un país que cuenta con una potente industria automovilística, tendrá una clara oportunidad económica y de ocupación laboral en el futuro próximo, pero tendremos que saber adaptarnos a la seria turbulencia que se presentará en los momentos más críticos de la transición tecnológica, en la que influirá agudamente la apuesta por las baterías que están llevando a cabo en China.

La confianza de los consumidores en los vehículos eléctricos a su vez está siendo limitada, por un lado los precios de los vehículos los sitúan en un segmento de precio medio aun inaccesible para una capa importante de la población y por otro lado los vehículos más económicos no alcanzan una autonomía en kilómetros suficientes y si bien es cierto que es suficiente para el kilometraje medio del usuario, no le ofrece aún la autonomía y libertad de uso ilimitado que aún ofrece los vehículos con combustibles fósiles.

*Economista

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