Opinión | desde mi atalaya

Manuel Torres

El Instituto Laboral

Ayer tuvo lugar la colocación de un monolito, en conmemoración de la inauguración del Instituto Laboral en La Cañota, organizado por la "Asociación de ex-alumnos", que hace tres años celebraban su sesenta aniversario. Monolito costeado por la Diputación y construido por la "Escola de Canteiros", y con la colaboración del Ayuntamiento. Loable gesto, que aparte de recordar a todos los marinenses aquel hecho significativo para la formación de los jóvenes, dignifica a sus ex-alumnos que recuerdan con nostalgia y cariño su paso por aquel centro de muchísimos marinenses, que vieron así solucionados los problemas que había para su formación en nuestra villa, formación fundamental para estar preparados para el cambio que en la vida laboral se estaba produciendo.

Conviene recordar que en aquellos tiempos solamente existían el Colegio San Narciso, la Inmaculada y alguna academia particular, aparte de las Escuela Nacionales, y los tiempos empezaban a demandar jóvenes capacitados para el desarrollo que empezaba a producirse. Por otra parte, los que estudiaban en estos colegios tenían que desplazarse a la capital para poder examinarse en el Instituto. Por eso la inauguración del instituto Laboral supuso un importante avance en el plan educativo para los marinenses. La inauguración, producida en enero de 1955, en un edificio de la barriada de Ntra. Sra. Del Puerto, de una manera provisional, y en él se estudiaba y capacitaba en el campo marítimo pesquero, principal y única industria de nuestra villa.

Nuestra villa necesitaba en aquellos tiempos un centro donde dónde los jóvenes pudieran estudiar y examinarse sin tener que desplazarse fuera, sobre todo para las familias menos favorecidas, y así en los tiempos del alcalde Francisco Pérez Crespo, de grato recuerdo para muchos, y por iniciativa del profesor José Torres Martínez, se hizo un estudio de las necesidades para poder solicitar un centro que las cubriera. Y coincidiendo con la creación de los Institutos Laborales en 1949, con la aprobación de la ley de Bases para la Enseñanza media y profesional, que eran centros creados para abrir vías para una educación secundaria diferente a la del bachillerato universitario tradicional. El entonces alcalde recoge esta iniciativa y se solicita la creación de Instituto Laboral en nuestra villa. Pronto se aprueba un programa de estudios que consistía en un año de carácter formativo general y cuatro de especialización profesional, empezando a funcionar con un número importante a alumnos. Más tarde, por decreto e 6 de julio de 1956 se establecen el bachillerato laboral elemental y superior, con cinco y siete años de estudio respectivamente.

Esta iniciativa del profesor José Torres fue una de tantas que propuso y defendió con el único afán de que los marinenses pudieran prepararse para el futuro, otras desgraciadamente no prosperaron, como la Escuela Media de Pesca o la Biblioteca. Porque el profesor José Torres fue siempre un luchador infatigable por el desarrollo de su villa natal a la que sirvió con lealtad y compromiso, por eso con ocasión de este recuerdo al Instituto Laboral, queremos destacar su participación, porque alguien debe reconocer, a aquellos que trabajaron por el crecimiento y desarrollo de Marín en todos los órdenes. Nuestra felicitación a la Asociación de ex-alumnos por esta iniciativa.

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