Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Javier Sánchez de Dios.

Crónica Política

Javier Sánchez de Dios

La colecta

Ha dicho el ministro de Fomento que si Galicia quiere un eje ferroviario Vigo/Oporto -clave para vertebrar la Eurorregión, "detalle" que Ábalos parece ignorar-, necesitará que Portugal participe en el gasto. Dicho de otro modo, en interpretación libre, que el Gobierno de Madrid, si sigue presidiéndolo Pedro Sánchez, va a proponer una especie de colecta en la que, con algo de imaginación y suerte, a la hora de pasar el cepillo de las ánimas podría incluirse a Marruecos e incluso Argelia por si algún día se construye un puente sobre el Estrecho. O un túnel bajo él.

Conste que no se albergan demasiadas esperanzas ni en lo de la unión entre África y Europa ni tan siquiera en el éxito de esa colecta que, aunque expresado de otra manera, el ministro propuso. Una actitud que no es tanto de pesimista cuanto de escéptico que tiene en cuenta los precedentes. Y a fe que los sentados por el señor Ábalos imprimen carácter y hasta condición de desconfiados para gran parte de los habitantes del Noroeste, no sólo los gallegos sino también asturianos y castellano-leoneses. Para que nadie tache de victimistas a los habitantes de este Reino.

Un mero repaso a los gestos y promesas -porque compromisos no ha firmado ninguno y hechos no constan- bastaría para concluir que el balance de su señoría es más decepcionante, en menos de una cuarta de tiempo que el de Magdalena Álvarez, a quien ni las feministas gallegas más radicales podrían aplaudir su tarea para con esta tierra. Y la receta económica que ahora pretende para la modernización del ferrocarril entre Vigo y Oporto es la puntilla a cualquier esperanza de mejora real, suficiente para que las conexiones y los servicios sirvan de verdad para lo que deben.

Y es que, como ya se ha dejado expuesto en otras ocasiones, el gobierno de Lisboa no tendría, aunque pudiera, colaborar mucho más en esa línea, sobre todo porque ya ha hecho gran parte de lo que debía mientras el de Madrid casi no ha movido ficha. Y conste que cuando quien esto escribe cita al español no se refiere sólo al del señor Sánchez, quien no ha tenido tiempo ni para escurrir el bulto, sino a los anteriores. Ninguno de ellos se ha "mojado" en serio por la causa ferroviaria del noroeste peninsular, ni para el eje Vigo/Oporto ni para el Corredor Atlántico. Otra cosa son los buenos deseos, que apenas constan.

(Dice el refrán que como muestra de esta desesperanza bastaría un botón, y ya se sabe que es costumbre proponer alguno de los más recientes. Y el que mejor corroboraría el escepticismo ilustrado es el silencio, no se sabe si intencionado, de los antiguos responsables del llamado PSdeG-PSOE, que llevaban años callados pero que han sido sustituidos por otros que adoptaron distinta postura: siguen callados, pero están genuflexos ante la dirección del autoproclamado en su libro "Manual de resistencia" casi omnisciente líder del nuevo socialismo. Por eso le profesan, sus conversos, culto de latría, como en su momento pareció que los chinos hacían con Mao.

¿O no??

Compartir el artículo

stats