Cafetería de un área de servicio de la Castilla profunda. Tomando un té de urgencia, platican a mi lado tres varones de entre 50 y 60, con lenguaje culto y tono moderado. Quizás profesionales de la sanidad, pues hablan, dando porcentajes, de la relación entre hombres y mujeres que se presentan al MIR y los que acceden. El tema parece ir, pues, de aptitudes de género. De ahí pasan al arte, en el que uno dice que en el XX sólo ha destacado una mujer, Frida Kalho. Después le llega el turno a la ciencia, donde estaría nada más Marie Curie; un caso extraño, comenta otro. El menos beligerante apunta: "sin embargo en la universidad destacan"; pero el que lleva la voz cantante corta rápido: "destacan porque a los pobres chicos los amargan". Pago, anoto mentalmente, y me maravillo de haber hallado un cristal tan puro de machismo. Así pues, queridas mías, duro y a la cabeza, hay tarea para rato.
