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Ceferino de Blas.

Fue un desafío y se disputó en Coia

El enfrentamiento entre el Real Madrid y el Celta, del sábado, en el Estadio Bernabeu, retrotrae la memoria al primer partido en que contendieron madrileños y vigueses.

Ocurrió en Vigo, pero no fue contra el Celta ni se disputó en Balaídos y no escribió la crónica Hándicap, sino contra el Real Vigo, en el campo de Coia y la información es de Thedy. Tampoco fue un partido oficial, sino un desafío y ocurrió hace cien años.

La ciudad vivía la euforia de la paz, tras la finalización de la primera guerra mundial, y había comenzado una rápida recuperación económica.

En el mes de julio, habían vuelto a normalizarse las principales líneas marítimas, y equilibrado los tráficos que había en 1913, antes de la contienda bélica.

La gente se divertía preferentemente con el cine y el fútbol. En la ciudad competían el Real Fortuna y el Real Vigo Sporting Club.

El fútbol ya acaparaba la naciente información deportiva, de la que se ocupaban en el Faro, Handicap y Thedy. Era la lógica respuesta a la cada vez mayor asistencia de aficionados al campo (o "parque", como lo denominaban) de Coia, donde jugaba el Vigo, y de Bouzas, donde lo hacía el Fortuna.

Es la explicación de que en el mes de mayo de 1919 apareciese este anuncio, que amalgamaba las preferencias lúdicas de los vigueses. "Mañana, domingo, a petición de innumerables familias, se volverá a presentar la interesante cinta tomada del natural, en el campo de Coia, con motivo del Campeonato de España, entre los equipos Arenas, de Bilbao y Real Vigo, de esta ciudad".

Evidenciaba que al fútbol se iba en familia y ya acudían camarógrafos -previsiblemente el gran fotógrafo José Gil-, que filmaban los partidos.

Pese a haber ganado la Copa de España en 1917, al derrotar al Arenas de Guecho en Barcelona, el equipo del Madrid, fundado en 1902, todavía no era "Real" sino, Madrid F. C. Lo será meses después de su paso por Vigo. En junio de 1920, el Rey Alfonso XIII le concedía el título de "real, el cual en lo sucesivo podrá anteponer a su denominación".

Pero ya era la gran atracción futbolística, y nunca había estado en Galicia, de ahí que la ciudad quisiera contar con su presencia. Era un espectáculo, como lo había sido la primera exhibición aérea, años atrás.

El acontecimiento se anunció repetidamente ("el ex campeón de España Madrid F.C. contra el ex campeón galaico-astur, Real Vigo S.C.").

Desdibujó la llegada del gran concertista, Andrés Segovia, que actuaba esos días en el Odeón.

Para rentabilizar la gira de los madrileños, se concertaron cuatro partidos en el plazo de una semana: dos , en Coia, contra el Vigo S.C. , y otros dos contra el Fortuna, en el campo de Bouzas.

Eran otros tiempos, las comunicaciones con la ciudad eran infames, y había que aprovechar un desplazamiento tan penoso.

El precio de las entradas ascendía a 2,50 pesetas en silla o banco, 1 peseta en general y 0,50 para niños y militares.

He aquí un resumen anecdótico del evento. En el primer partido no hubo lleno, a causa de la neblina y la lluvia, "y es que nuestro público no concibe fiesta alguna donde no haya sol", comentaba Thedy. Ganó el Vigo S.C., por 3 a 0. El primer gol que encajó el Madrid lo marcó Fernando, y Bernabéu falló un penalti, que paró Isidro.

En el segundo partido, y pese al interés de los campeones de España por obtener la revancha, salieron aún peor parados, ya que venció el Vigo por 4 a 0, ante un público que casi llenó todas las localidades, y que salió "impresionadísimo, porque pocas veces vio un encuentro que entusiasmara tanto". En la calificación de los jugadores vigueses, todos encomiados, "Hermida, formidable".

El Madrid F.C. tuvo que conformarse con ganar al Fortuna, en Bouzas, a donde asistió una gran cantidad de público en ambos encuentros, y con el mismo resultado: 1-2.

Son tiempos en que el fútbol era para los cronistas deportivos "foot-ball", los equipos, "team", el césped "field", los goles, "goal" y el árbitro "referee". Se utilizaban los vocablos ingleses, ya que estaba por españolizar la jerga futbolística.

La gente vestía elegante para acudir al campo, porque el "sport", y el fútbol lo era, comportaba un tono de distinción, que los espectadores cultivaban. La antítesis de lo que acontece ahora.

Es evidente que el concepto pasión, que caracteriza al fútbol actual, aún no se había inoculado en los espectadores, que aún siendo aficionados entusiastas, eran recatados en el comportamiento.

Aunque aquella inicial gira de los madrileños a Vigo sólo sea un pequeño hito histórico, quedan las secuelas.

Desde entonces, los enfrentamientos entre el Real Madrid y el R.C. Celta, resultado de la fusión de ambos clubes, constituyen uno de los espectáculos deportivos más esperados de cada año. Incluso cuando ambos están en horas bajas, como ahora.

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