¡Ay aquel "trole"!

Mañana me mandarán un emisario desde la empresa con unos impresos donde se refleja el paso de los autobuses que cubren la línea Marín-Pontevedra y viceversa, para intentar dejarme en evidencia pero eso no me quitará razón cuando considero que el transporte público que hace ese servicio es una pura castaña porque habrá pocos lugares de parecida estructura social y vecinal que tengan un transporte tan precario cuando le da la gana a la empresa de establecer horarios miserables. Y viene a cuento porque ayer a mediodía tuvimos que esperar media hora en la marquesina de la Plaza de España por un autobús que nos trasladara a la ciudad de Pontevedra. El conductor que como siempre es el trabajador que se lleva injustamente el chorreo del personal, informaba a los usuarios de que los sábados hay autobús de media en media hora y no abrió la puerta de embarque hasta las 12.28 horas. Ni en los tiempos del "trole" ocurría algo similar porque de aquella se esperaba diez minutos en cualquier parada y en el vehículo venían conductor y cobrador. El transporte público y concesional tiene que ser un ejemplo y una invitación al ciudadano a dejar su coche en casa y con estos horarios de miseria es difícil que se promocione tal conveniencia. Tendrán derecho, pero es una castaña de servicio.

Carencias