Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Javier Sánchez de Dios.

Crónica Política

Javier Sánchez de Dios

Un mal día

Pues la verdad es que, dicho con toda franqueza, no parece que el de ayer pueda ser denominado de forma diferente a la de "un mal día". Sobre todo porque Galicia entera vestía de luto horrorizada por el asesinato -por sus parejas- de dos mujeres en Valga y Sober. Hechos que demuestran, otra vez, que algo falta para hacer más eficaces las medidas legales, preventivas y punitivas que han elaborado los parlamentos y las de protección y ayuda aplicadas por los gobiernos. Y a descubrir y eliminar ese "algo" deben dedicarse más a fondo todos cuantos puedan.

No parece probable, conste, mientras una parte de la sociedad se empeñe en cargar contra la otra acusándose mutuamente de responsabilidad en la desigualdad y en la violencia de género que aún existe y, en el segundo caso, que parece crecer. Cierto que las fechas no ayudan a establecer lo que como mínimo se necesita, que es un acuerdo para aupar estos asuntos au dessus de la melée, pero al menos todos deberían esforzarse un poco más. Aunque resulte mucho pedir para el nivel de receptividad que para las buenas intenciones viene demostrando el oficio político.

Pero el "mal día", por desgracia, no se acaba en el luto colectivo, que bastaría ya para definir la jornada. En otro grado de trascendencia está la información que publicaba FARO sobre el retroceso de este antiguo Reino en los parámetros comparativos de su Producto Interior Bruto en relación con la media europea. Un descenso que no es achacable en exclusiva a este o aquel gobierno ni a una política económica determinada. En la práctica y aunque con matices, todos se ajustan a la de la UE, lo que de algún modo desmonta la tesis que algunos manejan por aquí según la cual todo lo que se hace entre las cuatro paredes del Estado es el summum.

A estas alturas no será aventurado intuir que quienes se sientan aludidos por esa observación tratarán de buscar algún consuelo en que la hipótesis de que un descenso de categoría en el PIB podría compensarse con el aumento de los Fondos de Cohesión, pero eso es historia pasada. Entre otros motivos porque el sistema se elaboró para buscar el modo de apoyar a los que se incorporaban a la Unión con menores niveles económicos, y de paso protegerla de las consecuencias negativas que para las finanzas y el comercio comunitario podrían suponer las desigualdades.

Como remate hay que citar el "lamento" de la Xunta tras comprobar que el eje ferroviario Vigo-Oporto no está contemplado en el Corredor Atlántico que el secretario de Organización del PSOE -y ministro de Fomento- anunció con desparpajo hace unos días. El lamento sirve para poco, y menos cuando se dirige hacia un equipo que, como el actual de la Moncloa, barre para casa y además lo hace con las escobas sufragadas con el dinero de todos.

Debería haberlo supuesto el señor presidente Feijóo, pero a lo que se ve su desconfianza no es suficiente para tratar con garantías asuntos que dependen de quienes tienen la batuta y carecen de escrúpulos al utilizarla. Por eso nunca mejor dicho lo del mal día.

¿Verdad??

Compartir el artículo

stats