A veces si vale la pena y sin querer ofender a nadie, porque los que nos dan las noticias no tienen la culpa de todo lo malo que pasa en el mundo.
Una mujer con 105 años que regentaba un bar y se jubiló a regañadientes porque el bar no le iba tan bien y lo cerró. Caso bonito el jubilarse a esa edad. En el del niñito del pozo, esos mineros y todos los que ayudaron en ese trabajo tan arriesgado que todos teníamos el alma en un puño, temiendo que algo malo podría pasar. Ver que todo un pueblo se unió en el esfuerzo y el sufrimiento. ¡Qué bonito ver lo bueno, nos da fuerza a seguir y sentirnos bien!
Pero lo malo nos da miedo y nos hace sentir mal. No nos pongan más las caras de esos desgraciados de las manadas, metedlos a todos juntos en una jaula con barrotes de hierro y que se coman los unos a los otros, porque no merecen un vivir, y menos, estar en la calle. Y esos que no quieran ver la gravedad de los hechos, tampoco merecen estar donde están. Una mujer con cinco hombres gritaría de muerte, le tapaban la boca y la siguen martirizando. Si eso no es un hecho cruel y salvaje, que venga Dios y lo vea. Saldremos a la calle, iremos a dónde haga falta, pero no nos quedaremos calladas.
Hasta aquí hemos llegado. Si nosotras paramos, el mundo se para.
*Vecina de Cercio (Lalín)
