Como empieza hoy la Cuaresma, me vine a Salamanca porque en esta ciudad puedes guardar ayuno y penitencia con mayor recogimiento que en Vigo, amparado por su salud eclesial y esa nomenclatura religiosa de sus calles que nos permite ir de santo en santo. Que me refuten mis amigos salmantinos en Vigo si miento. Hoy, según la tradición, por comenzar la Cuaresma y alejar toda incitación de pecado a los feligreses, era el día en que el llamado Padre Putas trasladaba en barcas a las mujeres de la vida desde el barrio chino, junto a las murallas, al otro lado del Tormes, al Arrabal, que es donde yo hoy me alojo y estoy escribiendo. Yo fui en Salamanca a un restaurante que se llama "Padre Putas", en honra a esa memoria. Eso sí, cuando pasaba la Cuaresma, se las iba a recoger otra vez al Arrabal para traerlas por las aguas a sus lugares de esparcimiento carnal cotidiano entre murallas,, con gran festejo de los universitarios. Y por eso se celebra aquí el Lunes de Aguas, fiesta local. Hoy suena raro, pero eso es la historia, y yo estoy aquí recordándola.

¡Hombre, Corvera y Conde!

Pero no soy el único vigués que ha venido aquí, no sé si coincidiendo o celebrando el día del Padre Putas o por miedo a que el alcalde Caballero hiciera de Vigo un Bahía carnavalesco de cuerpos semidesnudos y pecadentos. Ayer me anunciaron su llegada mis dilectos vigueses Lois Corvera y Alberto Conde, que venían de un recorrido por ancha es Castilla pero sobre todo de la feria de Arco de Madrid, sí, esa en que unos oportunistas rasos de imaginación, Sierra y Merino, exponen una escultura del Rey Felipe y no solo quiere vender por dinero ese ninot que haría un aprendiz de Bellas Artes, sino con el compromiso de quemarlo. Yo les dije a Luis y a Alberto, en presencia de sus dos caniches o lo que sean: "Creí que Arco era encuentro de artistas y no de vendedores de mercachifles o tenderos de bodegones de puntapié".

El café con los mejores culos

Pero, bueno, el caso es que nos fuimos con los dos vigueses, profesores ambos cada cual de lo suyo pero además uno conocido pintor, Corvera, y el otro, Conde, restaurador de excelencias, a tomar un verdejo al Novelty, el café centenario donde sentaron sus académicos culos Miguel de Unamuno, Ortega y Gasset, Antonio Tovar, Juan Benet, Pedro Laín Entralgo, Francisco Umbral, Carmen Martín Gaite, Torrente Ballester o Víctor García de la Concha, además por supuestos de los nuestros. Luego tomamos otro vino no recuerdo dónde y, por fin, los llevé a La Barra de Gonzalo, que ganó el campeonato mundial de callos este año y es una excelencia en taperío. Relamidos, tomamos un gin tonic en el pub Capitán Haddock y nos fuimos a la cama.

Y Mercedes de mi corazón

¡Ah, pero no sabéis qué grata sorpresa cuando salí con los dos vigueses recién llegados a Salamanca de La Barra de Gonzalo! En la puerta oigo femeninas voces que invocan mi nombre y ¿a quién me encuentro? A esa siempre alegre y solidaria viguesa que es Mercedes Suárez Llanos, hija del alcalde vigués de igual apellido, presidenta de las Damas de la Concepción y Socorro de la Pobreza Oculta, nombre que me encanta fundado en 1935 en Vigo. Estaba allí con su cuarteto filial, María, Marta, Rosina y Gabriela Lagos Suárez Llanos porque habían asistido en Tordesillas a la representación de "Reina Juana" y luego se dijeron: "Vamos a darnos un garbeo con garbo por S alamanca". Y cenaron en el Mesón don Gonzalo, donde van toreros, ganaderos o políticos en alza, y donde el buen azar nos encontró a la salida.